Domo del Volcán de Colima sigue en destrucción: Investigador

Colima.- Derivado de la última actividad registrada, se considera que el Volcán de Colima continuará con la destrucción del domo volcánico y podría haber iniciado una fase explosiva.

En entrevista con AFmedios, Raúl Arámbula Mendoza, investigador del Centro Universitario de Estudios e Investigaciones de Vulcanología de la Universidad de Colima, señala existe la posibilidad de expulsión de balísticos (rocas volcánicas) en la cercanía al cráter y de ondas de choque que llegarían a las poblaciones cercanas. Estas últimas son vibraciones derivadas de explosiones del volcán.

Situación actual del volcán

El volcán de Colima mantiene derrumbes de material incandescente generados por el movimiento de flujo de lava que, a decir del investigador, ya está prácticamente en la base del edificio volcánico, en donde cambia la pendiente.

“Esto significa que va a dejar de moverse, va a llegar a un punto donde llegará a su máxima distancia y ahí terminará esta fase efusiva”.

Se estima que el flujo de lava ha recorrido de 2 a 2.5 kilómetros a partir del cráter y que el volcán registra la octava parte de la energía que tuvo el pasado 30 de septiembre, cuando se ordenó la evacuación de las poblaciones de la Becerrera y La Yerbabuena, de Comala.

Sin embargo, subraya que la alerta persiste, pues la etapa explosiva podría durar varios meses y registrar explosiones intensas.

¿Qué determina la fase explosiva?

Se estima que el volcán podría haber pasado de la etapa efusiva a la explosiva porque la noche del 10 y la mañana del 11 de octubre comenzaron a visualizarse columnas oscuras derivadas de explosiones moderadas.

Esto significaría que las columnas tienen mayor cantidad de ceniza porque el domo se está fracturando y la roca pulverizada se esparce.

“Todavía no es 100 por ciento seguro (la fase explosiva), el problema de los volcanes es que de repente puede tener otro pulso de magma y salir más lava y puede seguir la etapa efusiva. A veces se han compartido las dos etapas”.

Los posibles efectos

Además de una mayor caída de ceniza en la dirección que se encuentre el viento, en esta etapa podrían ocurrir la expulsión de balísticos y ondas de choque.

El investigador define estas últimas como ondas de presión generadas por la liberación rápida de material volcánico hacia la atmósfera.

Eventos de este tipo se registraron en el año 2005, teniendo como efecto el rompimiento de cristales en algunas viviendas de Tonila y San Marcos, en Jalisco.

“Estas explosiones son un escenario que podemos tener. La gente comenta que las escucha y a veces perciben que hay un sismo asociado a esta explosión pero eso es falso, la sismicidad que perciben no es real, lo que sienten es la vibración debido a la onda de choque”.

Sólo en caso de que las explosiones incrementen, se considerará recomendar la colocación de cinta en las ventanas de las viviendas.

En el caso de los balísticos, se trata de rocas o bloques “que salen volando y caen muy cerca del cráter”. Estos pueden generar polvo y flujos piroclásticos de corto alcance, con un máximo estimado de 3 kilómetros con respecto al cráter.

“Son las explosiones más grandes que hemos visto y es un escenario probable”.

 

raul-arambula-vulcanologo

Derechos Reservados AFmedios