INE: MEXICO SE MUEVE

TAREA PUBLICA
(Institución garante de la democracia, debe ser protegida de todo poder )
 Por: CARLOS OROZCO GALEANA

Hoy lunes despuntamos con la experiencia de haber contemplado un posicionamiento firme de miles  de ciudadanos y representantes de organismos privados y públicos, gobernantes y exgobernantes  durante una marcha a favor del INE, planteando la idea central que a esta institución “no se le toca”.

En esta expresión está condensada la evidencia  de que si bien cualquier institución debe aspirar a transformarse  para cumplir sus cometidos y en el caso del INE para darle claridad a sus procesos y asegurar la democracia, no debe arruinarse lo que ha funcionado.

EL INE ha tenido un comportamiento garante de la democracia; a pesar de circunstancias complejas como es la de lidiar frente a un poder casi total, ha mantenido la congruencia. En lo personal, reconozco el temple del consejero presidente de esa organización pues su discurso ha sido claro y respetuoso de las formas políticas.

Sin embargo, critico la manera en cómo maneja sus recursos y cómo favorece a su alta burocracia mediante el otorgamiento de salarios y prestaciones de las que no goza ninguna otra institución. Córdoba y demás consejeros ganan más que Biden o cualquier presidente de una nación centroamericana. Esta situación, que  debe modificarse, no debe ser argumento para un asalto al INE tratando de imponerle reglas  que signifiquen su control por parte del poder presidencial,  o su desgracia acompasada.

Roger Bartra dijo el jueves anterior que el presidente propone cambios al INE “ porque teme perder las elecciones del 2024”, pero olvidó decir que Amlo le sigue “soplando al jocoque” por las dudas que quedaron cuando Felipe Calderón le ganó  la presidencia por una diferencia del  0.56%. Amlo piensa seguramente que  le aplicarán la misma fórmula al candidato(a) de Morena en esa elección y pretende adelantarse mediante una nueva configuración administrativa del organismo electoral que permita garantizar, en su óptica, unas elecciones limpias aunque las últimas lo han sido.

A favor del INE está la estabilidad generada por procesos electorales confiables  a pesar de la injerencia de factores externos ( financiamiento incontrolable y muy dudoso) en diversos territorios, que se ha traducido en decenas de ejecuciones de candidatos y representantes en ejercicio.  Ha tenido que lidiar, lo que no es poca cosa, con los intereses de los partidos políticos que se caracterizan por luchar por un máximo de posiciones en cámaras, congresos, alcaldías y gubernaturas y por tener mayor influencia a  su interior.

La manifestación  a su favor celebrada ayer es sintomática de una percepción social que olfatea el riesgo de que el INE pierda su autonomía e independencia a manos del Poder Ejecutivo. El grito de guerra, ( el INE no se toca),  permeó en diferentes lados y hasta la iglesia católica se atrevió a decir que al estar en favor del INE no quiere decir que sea promotora  o animadora de la marcha. Lo que interesa es “que los mexicanos tengamos un arbitro electoral que garantice la democracia”.   Definitivamente, estamos  más allá ( los obispos) de una manifestación; “ los obispos  queremos apoyar en la construcción de una sociedad en la que todos podamos sentarnos en armonía en la mesa común, donde nadie tenga que comer las migajas que caen de la mesa, sino que como hermanos nos demos la mano para encontrar relaciones sociales y políticas fructíferas y duraderas”.

Por cierto, esa expresión en el Evangelio de Mateo  15, 27, es como decir que los mexicanos debemos ser partícipes en la construcción de esa sociedad distinta, donde todos quepamos, donde la felicidad  sea una preocupación y una tarea de todos, donde el poder transformado en comunidad, sirva los intereses colectivos. Que los poderosos ya no deben ser tales, para que la sociedad se estructure sobre bases de concordia, solidaridad y misericordia y haya menos desigualdad.

Por otra parte, las altas concentraciones de ciudadanos en varias ciudades ayer, demuestran que a los mexicanos les interesa proteger a nuestra democracia, a la que consideran un patrimonio que mucho  ayuda a vivir de mejor manera y que enriquece nuestras perspectivas  como nación soberana.

En otros términos, nadie, por ambiciones de poder, debe tratar de trastornar las instituciones que operan felizmente junto con los ciudadanos. Cierto, nos sale cara esa democracia, pero si no la hubiera, no sería una realidad la vida del México de hoy.

Mi opinión final es que el INE debe ser cuidado, protegido, solo deben caber reformas en su funcionamiento para mejorar su trabajo, ajustar el uso de recursos que termine con la idea muy extendida de que los funcionarios  ahí se despachan con la cuchara grande, con cuchara sopera. En un ambiente de crisis presupuestal, que es añeja ya, los altos sueldos y otras percepciones que reciben sus altos mandos, son injustas, tal cual alega con insistencia el presidente Amlo.

Por otra parte,   nadie debe disgustarse porque los ciudadanos toman la calle. Esto sucede en todas partes del mundo donde hay  sociedades activas vigilantes, receptivas de lo que les acontece y les interesa. Y México es una nación despierta, no obstante los millones de personas que viven en rezago educativo y sufren un retraso en sus posibilidades de discernimiento.