Por Balvanero Balderrama García

Se adivinan sus rostros adolescentes a través del cubrebocas. También su dolor, su ira. Reclaman justicia para una compañera presuntamente asesinada -#JusticiaParaJulissa- y luego enmascarado el hecho mediante un incendio en la vivienda. Estudiaba la secundaria y tenía 15 años. Marchan en Villa de Álvarez. Es el 10 de mayo.

Caminan y caminan. Llevan mucho tiempo haciéndolo por brechas, parcelas, cerros, lagunas, carreteras. Buscando a quien fue desaparecida/desaparecido. No hay tregua en el dolor, ni espacio para otra cosa que el caminar. Lo enfatizan: mi oxigeno eres tú, camino hasta encontrarte. Es el 10 de mayo.

Ese día fue perceptible la movilidad social para festejar a las mamás; en restaurantes, viviendas particulares, cambiar de aires por la montaña o la playa -privilegio de vivir en Colima. Comidas, regalos y bebidas, alegría de estar y existir. Es el 10 de mayo.
En Jalisco, se anuncia haber encontrado los cuerpos sin vida de los tres hermanos secuestrados en su casa. Es el 10 de mayo.

Calles de por medio, alegría y tranquilidad vs tristeza y desolación. Es el México nuestro, complejo y convulso.

El INEGI informó que hay en el país 35.2 millones de mamás. ¿Cuántas de ellas esperan la visita que no llega? ¿Cuántas son homenajeadas con la comida que ella misma prepara? ¿Cuántas se sienten -porque lo son- respetadas, queridas, valoradas? ¿Cuántas son olvidadas pasando el 10 de mayo? ¿Cuántas mujeres son despreciadas por no tener hijos/hijas?

Colaboremos para que nuestra sociedad sea más justa, exijamos el cumplimiento de la ley, participemos, involucrémonos, conozcamos nuestros derechos para ejercerlos, atendiendo también nuestras obligaciones.

#PorTodoslosDerechosparaTodaslasPersonas