Río Colorado lleva agua hacia delta en México

El río Colorado comenzó a enviar agua a un delta seco situado cerca de la frontera de México con Estados Unidos, resultado de un histórico acuerdo bilateral para el cual se celebró el jueves una ceremonia.

La corriente en territorio mexicano es un intento de resucitar el último tramo de 112,6 kilómetros (70 millas) del río que se secó hace décadas y descargaba en el mar de Cortés.

Los ambientalistas confían en que el agua contribuya a recuperar la vegetación, así como la vida silvestre y acuática que alguna vez abundó en la región cuando había mucha agua hace décadas.

La presa más hacia el sur del río, la Morelos en México, cerca de Yuma, Arizona, comenzó el domingo a liberar 130 millones de metros cúbicos (105.392 acres-pies) de agua, suficiente para abastecer a más de 200.000 viviendas durante un año.

La liberación de agua de manera continua durará hasta el 18 de mayo, según lo previsto.

Estaba programado que el flujo alcanzara el jueves su mayor intensidad.

«Claramente puedes ver un mayor volumen de agua en el río y hay bastante alboroto por ello», dijo Terry Fulp, director regional de la Región del Bajo Colorado para la Oficina de Recuperaciones de Estados Unidos.

Un reducido número de funcionarios de Estados Unidos y México estuvieron presentes el jueves en una ceremonia efectuada al sur de la frontera cerca de Yuma para celebrar el flujo de agua.

Granjas, empresas y casas en siete entidades de Estados Unidos —Arizona, California, Colorado, Nevada, Nuevo México, Utah y Wyoming— dependen del río Colorado, igual que los estados mexicanos de Baja California y Sonora.

El regreso del agua al delta fue bienvenido en el poblado mexicano de San Luis Río Colorado, donde familias enteras se acercaron a la ribera en una zona que la semana pasada estaba completamente seca.

Mientras la música norteña inundaba el ambiente, los niños jugaban en el agua mientras los comerciantes ofrecían cocos y helados.

En 2012, ambos países que comparten el agua del río acordaron compartir las pérdidas por las sequías y las ganancias durante los años de gran exceso de líquido, una enmienda importante a un tratado bilateral de 1944.

Parte del acuerdo preveía la restauración del delta del río Colorado.

«Nunca antes habíamos enviado agua deliberadamente más allá de la presa Morelos… para beneficiar el medio ambiente», escribió este mes en su blog Jennifer Pitt, del Fondo de Defensa Ambiental, que contribuyó a negociar la inundación continúa.

«Al dejar atrás el antiguo marco de ‘quién recibe qué’ y mediante el establecimiento de una administración cooperativa de nuestros recursos compartidos, Estados Unidos y México logran beneficios para las comunidades y la naturaleza por igual», agregó.

La liberación de agua en una sola vez sin interrupción fue lograda mediante proyectos de conservación hidráulica entre Estados Unidos y México, según la Comisión Internacional de Límites y Aguas.

Expertos darán seguimiento a la corriente para determinar sus consecuencias en el entorno.

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