LUCHA

¿QUÉ VIENE?
Por: SEAN OSMIN HAMUD RUIZ

Viernes y sábado de la semana pasada estuvo en Colima la destacadísima periodista Beatriz Pagés, y un servidor como integrante del Bloque Amplio de la Sociedad Civil Colima, tuve oportunidad de acompañarla en 4 reuniones donde la intención fue difundir y fortalecer la idea de la participación de la sociedad en general de frente a las elecciones del 2024, con una clara directriz: apoyar a Xóchitl Gálvez a llegar a la presidencia de la república.

Paralelamente, hizo especial énfasis en la necesidad de involucramiento en un trabajo comprometido con la imperiosa necesidad de abatir el abstencionismo, la vital relevancia que es que se cuide también la conformación de las cámaras de legisladores federales y locales y la indispensable ciudadanización del resto de las posiciones electivas en los tres niveles de gobierno.

El gremio periodístico reconoció que, si bien es cierto que en nuestro estado afortunadamente no se tienes registrados atentados contra periodistas, si se siente de parte del gobierno estatal una restricción distributiva de los recursos de comunicación social. No se censura con llamadas nocturnas, el gasto se vuelve astringente y exclusivo. Se gasta en los apoyadores, no así en los informadores.

La comunidad intelectual y académica manifestó su desilusión con el régimen. La cultura y la ciencia sencillamente salieron del presupuesto. Aquellos recursos que se destinaban a la creación artística y a la investigación científica se esfumaron. A menos que te apellides Ibarra o Álvarez-Buylla.

El sector empresarial, además de puntualizar los problemas de inseguridad, de concentración de la inversión en rubros poco productivos, el constante desprecio a la clase media y las diferentes reformas que han afectado directamente a la empresa, en particular las Mipymes, coincidió en que el momento es único. Sin compromiso y trabajo no se podrá vencer al aparato morenista.

La maestra Pagés, con claridad, precisión y valentía, compartió su visión de manera contundente. Las próximas elecciones nos enfrentarán a una decisión definitoria: Democracia o dictadura. Y la estructura y experiencia de los partidos políticos alineados en el Frente Amplio no van a bastar. Y sin ambages explicó que este inusual binomio partidos-ciudadanía donde se tiene que trabajar no solamente en la difusión y réplica de los mensajes de campaña, sino que también es fundamental el diseñar una estrategia concreta y funcional para conseguir que la población en general salga a votar. Uno de los muros a demoler es, sin duda, el abstencionismo. Cada quien, en su medida y trinchera, tendrá que generar el diálogo necesario para convencer de la importancia del sufragio, pero habrá que ir más allá. Se tendrá que movilizar al votante de ser necesario. Y si, desde la sociedad civil.

El encuentro con la clase política, que se dio en un ambiente educado y cordial, tengo que decirlo, dejó un gusto raro, agridulce.

Fieles a la corrección y la diplomacia, claro que celebraron el encuentro. Con sagacidad manifestaron su contento con la posibilidad de trabajar con la sociedad civil y lograr derrotar al actual partido en el poder. La suspicacia llegó cuando la connotada analista con todas sus letras habló de que la simbiosis no puede quedarse en la participación en campaña o en acudir a votar, si no que se tiene que dar un paso contundente en la construcción de las propuestas (hay que preguntar qué es lo que realmente quiere y necesita la gente) y por otro lado, se tienen que integrar perfiles frescos, apartidistas, de verdadera extracción comunal. Superar la práctica de dar al amigo, al compadre, al socio el resto de las posiciones a elegir, pues los tiempos son distintos y se tiene que aprender a trabajar unidos todos. Fue poco esperanzador ver los gestos, reacciones y palabras de algunas de las personalidades más destacadas en la mesa.