La filtración de datos y la vulnerabilidad periodística en ‘La Mañanera’ de AMLO

APUNTES PARA EL FUTURO
Por: Essaú LOPVI

Por si algo les faltaba a los periodistas de México además de la falta de garantías para ejercer la profesión, hace días apareció una filtración con información personal de cientos de colegas. ¿Desde dónde se filtró? Desde el mismo Palacio Nacional.

En un giro alarmante, la privacidad y seguridad de los periodistas que asisten a las conferencias matutinas del presidente Andrés Manuel López Obrador han sido vulneradas.

Datos sensibles como credenciales de elector, pasaportes, claves del Registro Federal de Contribuyentes y correos electrónicos han sido filtrados, arrojando luz sobre la fragilidad de la información en manos de la mismísima Presidencia de la República.

En medio de este atropello a la privacidad, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) ha anunciado una investigación para esclarecer los hechos. Sin embargo, ante la gravedad de la situación, el silencio ensordecedor por parte de la Presidencia añade un matiz perturbador a la narrativa.

La filtración de datos personales, más allá de ser un hecho sin precedentes, plantea preguntas críticas sobre la seguridad y el manejo de la información por parte de las autoridades.

¿Cómo es posible que datos tan sensibles, necesarios para la acreditación en la conferencia presidencial, hayan sido expuestos de esta manera? ¿Qué garantías de seguridad existen para resguardar la información de los periodistas que realizan su labor en un entorno crítico para la democracia?

La respuesta, hasta ahora, parece esquivar las esferas gubernamentales. La omisión de la Presidencia ante una violación tan significativa de la privacidad plantea dudas sobre el compromiso real con la transparencia y el respeto a los derechos fundamentales. La filtración no solo afecta a los periodistas involucrados, sino que también socava la confianza pública en la capacidad del gobierno para salvaguardar la información sensible de los ciudadanos.

El INAI, como defensor de la protección de datos personales, ha anunciado su intervención. Sin embargo, la eficacia de esta respuesta dependerá de la cooperación plena de las autoridades gubernamentales. La ciudadanía merece respuestas claras, medidas concretas y la garantía de que este incidente será abordado con la seriedad que merece.

De ante mano sabemos que no sucederá nada y que nadie tendrá consecuencias por esta grave filtración.

La filtración alcanza a periodistas que han asistido de manera esporádica a las conferencias, como en el caso de Denise Dresser. Esto no solo evidencia la magnitud del incidente, sino que también plantea preguntas sobre la seguridad en la gestión de la base de datos del Sistema de Acreditación de Prensa de Presidencia.

La conferencia matutina, conocida como la «mañanera», ha sido un espacio donde se intenta que el gobierno actual rinda cuentas mediante el ejercicio del periodismo en México. La vulnerabilidad de los datos de quienes asisten a este foro no solo atenta contra la integridad de los periodistas, sino que amenaza el libre ejercicio de la prensa y, por ende, la salud de la democracia misma.

En este momento, es imperativo que la Presidencia de la República dé un paso al frente, asuma responsabilidad y ofrezca una explicación detallada sobre cómo ocurrió esta filtración y qué medidas tomará para garantizar la seguridad de los datos en el futuro. La confianza en las instituciones se encuentra en juego, y su restauración requerirá acciones concretas y transparentes.

La filtración de datos no solo es un ataque a la privacidad de los periodistas, sino un recordatorio contundente de la necesidad de fortalecer los mecanismos de protección de datos en el ámbito gubernamental. La democracia mexicana merece un periodismo robusto y libre, y este incidente solo refuerza la tesis de que este gobierno lo que menos quiere es un periodismo libre que pueda realizar un papel crucial en la fiscalización del poder.

Que no fue hackeo; fue una extracción ilegal de datos de periodistas desde su aplicación: Presidencia