Desaparición de normalistas, para evitar sabotaje en informe de esposa de alcalde: PGR

México, DF.- Para la Procuraduría General de la República (PGR), el responsable intelectual de la desaparición de los 43 estudiantes, y de los ataques en los que murieron seis personas en Iguala el mismo día de que los normalistas se esfumaron, es el alcalde con licencia igualteco, José Luis Abarca; el móvil de los crímenes: evitar el sabotaje al informe de labores de la esposa de Abarca, María de los Ángeles Pineda Villa, la principal operadora, según la PGR, de la delincuencia organizada desde el ayuntamiento igualteco.

En rueda de prensa, el procurador Jesús Murillo Karam enunció los resultados de las indagaciones para dar con los 43 jóvenes alumnos de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, ubicada en Ayotzinapa, Guerrero.

Según el funcionario federal, la detención de Sidronio Casarrubias Salgado, líder del grupo criminal Guerreros Unidos (una de las cuatro escisiones del cártel de los hermanos Beltrán Leyva), permitió establecer una sola línea de investigación que da cuenta de la infiltración de la delincuencia organizada en el gobierno de Iguala.

“Este grupo delictivo, de acuerdo con las declaraciones de los detenidos y del propio líder del grupo, recibía del presidente municipal de 2 a 3 millones de pesos de manera regular, mensual, bimensual, semanal, de los cuales, cuando menos 600 mil, según declaran los propios operadores financieros, eran destinados al control de la policía local, además de que el grupo delincuencial decidía los nuevos ingresos de los integrantes como policías municipales”, explicó el procurador.

De acuerdo con Murillo Karam, la historia de la desaparición de los jóvenes comenzó a fraguarse en julio de 2013, cuando la presidencia municipal fue atacada en medio de un enfrentamiento entre “personas afines al alcalde” y el grupo Unión Popular Emiliano Zapata. Durante la investigación se supo que en la refriega participaron estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero.

El 26 de septiembre de este año, apuntó el procurador, alrededor de las 18:00 horas, estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos abordaron en Ayotzinapa dos camiones Estrella de Oro con destino a Iguala. Llegaron alrededor de las 21 horas, y ahí tomaron dos camiones de la empresa Costa Online; la investigación arrojó que intentaron tomar otro, pero que hubo resistencia del chofer, “al cual lesionaron”.

Las lesiones del chofer, y otro incidente en el que “resultó herida una dependiente”, dijo el procurador, alertó por igual a los “halcones” de Guerreros Unidos y a los policías municipales. Desde el Centro de Control de la Policía Municipal de Iguala se asumió que los normalistas se aproximaban a sabotear la celebración del informe de actividades de la esposa del alcalde, María de Ángeles Pineda.

“Los mismos detenidos declaran que la orden de enfrentar a las personas les llega por radio desde la Central, y se les dice que viene de parte del A-5, clave que se usaba para identificar al alcalde de Iguala. Entre ambas policías (la de Iguala y la de Cocula, a la que previamente se había solicitado apoyo) bloquean la carretera y evitan el desplazamiento de los autobuses en que se movían los estudiantes. En ese primer incidente, un policía municipal priva de la vida con arma de fuego a uno de los estudiantes”.

Tras la agresión, refirió Murillo, los estudiantes trataron de huir en un camión, que fue rastreado por la policía. La PGR considera que el ataque al autobús del equipo de futbol Avispones de Chilpancingo, en el que murió un futbolista y el chofer.

“El grupo de detenidos es ingresado a la Central de Policía de Iguala, y tiempo después fue sustraído de esa dependencia por policías del municipio de Cocula, quienes actuaban en complicidad con los de Iguala. Se tiene acreditado que el subjefe de la policía de Cocula, César Nava, estaba también a las órdenes de los Guerreros Unidos, y existe una línea de investigación para averiguar si esta penetración del crimen organizado en Cocula llegó a niveles superiores.

“Para tratar de encubrir sus hechos delictivos, la policía de Cocula cambió el balizado de sus unidades y alteró las bitácoras y fatigas de hechos relevantes, cuestión que fue detectada por los peritos de la Procuraduría de la República, ya que se tienen a la mano las bitácoras originales que fueron encontradas en un chaleco en la policía Municipal de Cocula, además de que se ubicó el taller donde se cambió la numeración e las patrullas, mismo hecho que fue ratificado con un examen pericial, tienen ahí en la pantalla las fotos

“En este momento, el grupo de personas en el que se presume estaban algunos estudiantes, es subido a una camioneta de redilas blanca, y toma un camino de terracería que los lleva a la zona de Pueblo Viejo”.

Entonces, agrega el procurador, “Sidronio Casarrubias, líder de Guerreros Unidos, es contactado por su lugarteniente conocido como El Gil, este último reporta vía mensaje celular los conflictos que se estaban suscitando en Iguala, atribuyéndolos al grupo delictivo contrario. Ante ello, Sidronio Casarrubias avala las acciones para, entre comillas, la defensa de su territorio de influencia en Iguala”.

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