Colima.- En esta temporada de ciclones y huracanes, que inicia -de manera oficial- el próximo 15 de mayo, es común escuchar o leer términos que se refieren a la caída de lluvia, pero es importante aclarar que cada uno implica a condiciones climáticas diferentes.

Algunas personas suelen utilizarlos como sinónimos, pero hay conceptos que no significan lo mismo y, por lo tanto, se pueden enviar mensajes distintos a lo pronosticado por las autoridades meteorológicas.

Para ello, el Servicio Meteorológico Nacional, de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), cuenta con un glosario para entender mejor los términos que utilizan en sus pronósticos y aquí te traemos los más recurrentes.

Precipitación: partículas acuosas, líquidas o sólidas, cristalizadas o amorfas, que caen de una nube y alcanzan el suelo, puede ser gotas de lluvia, copos de nieve o granizo.

Chubasco: este tipo de precipitación se refiere a la caída gotas de lluvia o partículas sólidas (granizo o nieve) de manera intensa, pero de corta duración. Se caracterizan por un comienzo y un final brusco.

Llovizna: se refiere a la precipitación uniforme constituida por gotas de agua diminutas, menores a 0.5 milímetros, las cuales dan la sensación de atravesar la brisa y no precisamente sentir la lluvia caer. En México se le suele decir “chispear” o “serenar”.

Lluvia: caída de gotas de agua líquida, de un diámetro mayor a 0.5 milímetros, en promedio, aunque pudieran ser más pequeñas pero dispersas.

Tormenta: el término se refiere a las descargas de electricidad que se producen en la atmósfera y no a la caída de lluvia. Estas descargas se presentan de manera breve e intensa con un relámpago, acompañadas de un ruido seco o rugido sordo conocido como trueno.

Ahora, cada que leas o escuches estos términos, podrás entender con mayor claridad a qué se refieren los pronósticos y saber qué esperar del clima en tu ciudad.

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