La ceremonia dio comienzo el día viernes, y continúa, hoy, con un acto en que la familia de la esposa le ofrece regalos a la familia del esposo, lo que se conoce como «umabo».
Zuma, de 70 años, vestía piel de leopardo y portaba una lanza y un escudo zulú en su boda, que se llevó a cabo en KwaZulu-Natal.
El mandatario sudafricano no sólo agrega una esposa más a su familia, la empresaria sudafricana Bongi Ngema, sino también un hijo de ambos, que tiene siete años, Sinqumo.
Propio pecunio
Las celebraciones del matrimonio incluyeron a unas 1.500 personas, acomodadas en tiendas de campaña, de las cuales sólo 150 estuvieron invitadas a la ceremonia misma.
La poligamia del presidente ha generado un debate en Sudáfrica debido a la supuesta carga económica que supone para los contribuyentes, pero fuentes oficiales han hecho énfasis en que Zuma está financiando de su propio bolsillo el fin de semana de celebraciones.
Según el corresponsal de la BBC Andrew Walker, la poligamia es un fenómeno común en las áreas rurales de las que proviene Zuma.
Sin embargo, en el caso del presidente es un tema que divide a los sudafricanos.
Algunos lo apoyan, pero muchos jóvenes creen que no debería tener cabida en una sociedad moderna.
Si bien se destaca este matrimonio como el cuarto de Zuma, lo cierto es que se trata de su sexto enlace.
Quien debería ser una quinta esposa se suicidó y una sexta, la actual ministra del interior, Nkosazana Dlamini Zuma, se divorció de él.
Con información de la BBC