Al grito de «vergüenza, vergüenza» o «lo llaman democracia y no lo es», los manifestantes pasearon por algunas de las más importantes y conocidas vías madrileñas, como la Puerta del Sol, la Gran Vía o el Paseo del Prado.
La protesta fue una respuesta al desalojo de la Puerta del Sol y del Paseo del Prado ordenado por las autoridades locales, que aseguraron se produjo de acuerdo con los principios de congruencia, oportunidad y proporcionalidad dispuestos en la ley.
Algunos manifestantes relacionaron el desalojo con la visita del Papa a Madrid a mediados de agosto y que precisamente tendrá su epicentro en el área.
Los indignados, miembros del Movimiento 15-M, protestan contra el desempleo y la precariedad laboral, así como los recortes sociales emprendidos por el gobierno a consecuencia de la crisis.
Con información de BBC Mundo