TAREA PUBLICA

COLIMA: TIEMPO DE MUJERES

Por: CARLOS OROZCO GALEANA

Los últimos tiempos hemos visto un crecimiento – muy afortunado por cierto – en la participación política y social de las mujeres. Han irrumpido en este ámbito funcionarias de alto nivel, senadoras, diputadas federales, alcaldesas, diputadas locales y una que otra gobernadora para benéfico de la acción social organizada.

Los últimos años, las mujeres casi no ganaban nada en las urnas, las ponían de relleno en las fórmulas partidistas como “juanitas”, dizque competían pero hasta ahí llegaban; el pastel era siempre para los varones y si acaso les otorgaban alguna posición plurinominal eso ocurría como de lástima, para que “no la hicieran de tos”.

Pero el tiempo cambia, las leyes cambian. Con algunas excepciones, existe en Colima el trabajo arduo  de mujeres talentosas, trabajadoras incansables que creen en la política como una vía de transformación social. Y desde luego, con su dinamismo y sus resultados ponen el ejemplo a compañeros suyos.

La mujer es hoy poder, no invento esta frase; es una fuerza incontrastable que se abre paso con seguridad y evidencia hacia el destino que elige. Una mujer empoderada es una mujer de alta dignidad y compañera de ruta más confiable para el hombre. Aunque a veces tiene oposición rabiosa de los varones y les hacen trampa, avanza en campos distintos que antes le eran vedados. Y hay que ver como se desempeñan en su mayoría: con honradez y con sentido de compromiso. Me quito el sombrero ante ellas.

Efectivamente, México como sociedad machista que es, observa cómo las mujeres aportan muchísimo en la economía, la educación, la salud, la cultura, el deporte, las corporaciones y las finanzas, en la familia, en el desarrollo deportivo, en las empresas, en las iglesias. Sin su concurso generoso, el país estaría más jodido. Los gobiernos, las empresas y los reductos de la sociedad machista poco a poco están rindiéndose a su creatividad, a su honradez y a sus capacidades.

El régimen federal ha entendido todo eso, que las mujeres son creatividad, fuerza y compromiso y por eso las promueve aunque en algunos casos no tengan los perfiles deseados y sean preferidas más por su lealtad que por su capacidad. No obstante, entusiasma verlas en posiciones descollantes, como en el gabinete legal y ampliado, aunque nos mortifica el papel de algunas de ellas que no se desempeñan dignamente pues renuncian a sus derechos diciendo a todo que sí, callándose por mantener su alta posición burocrática.

No soy feminista a ultranza, pero valoro absolutamente la inteligencia, la integridad, el aporte de las mujeres, apuesto por la construcción de una sociedad donde todos seamos dignos e iguales. Tan merece respeto un hombre como una mujer cualquiera sea su raza, condición económica o cultural. La mujer no va detrás ni al lado del hombre, sino está frente a frente con él, con ideas y sueños, con un espíritu colaborativo que no se rinde jamás ante las adversidades. Las familias, base social, son más fuertes si la mujer se desarrolla plenamente. Las sociedades tienen mayor empuje con ellas.

Es por tales razones que expreso mi beneplácito por la aparición de numerosas mujeres que aspiran a dirigir ayuntamientos, a representar a los ciudadanos en las cámaras, a darle rumbo cierto al destino de Colima; ojalá los ciudadanos sepan escoger de entre ellas y los varones a las mejores personas, es tiempo de acertar por lo más conveniente.

En otros artículos, me he referido a múltiples mujeres, pero apareció las últimas semanas una que conozco desde hace mucho tiempo y que se distingue como otras más por su espíritu de trabajo, por su trayectoria y por su rectitud como servidora pública, la cuauhtemense Yolanda Verduzco Guzmán, quien tiene un historial de trabajo limpio y que fundamenta su aspiración a gobernar su municipio por la tríada Pri, Pan, Prd. Buena elección partidista sería esta, sin duda.

Ha tenido un recorrido meritorio en los tres niveles de gobierno,   sin contraerse ante sus responsabilidades, y yo he obtenido acceso a su historia laboral y no puedo menos que reconocer positivamente la rica variedad de sus experiencias obtenidas que la certifican para fundamentar su aspiración.

Por estos días, hace trámites en el Pri para validar su participación en términos de legalidad, ojalá no le metan zancadilla poniéndole pretextos para dejarla fuera de la competencia. Sería como apostar a la pérdida del municipio.

Por último, algo que muchos saben: Yolanda, como muchas otras mujeres, se ha abierto paso sin padrinazgos y los resultados de su trabajo han sido convincentes. Vale lo que vale por méritos propios. Para Cuauhtémoc, tierra donde han nacido dos gobernadores, es un verdadero lujo que mujeres como ella participe en elecciones municipales y aporten lo mejor que tienen. Los colimenses merecemos buenos gobernantes.