Rusia reactiva el caso de Siria en la ONU

En una movida que sorprendió en círculos diplomáticos, el gobierno de Rusia presentó a consideración de los otros 14 países miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas con la que aspira ponerle fin a la crisis en Siria

El documento condena la violencia tanto del gobierno sirio como de la oposición, pero no menciona sanciones, un aspecto que algunos países han dicho que debe contemplarse para forzar al presidente Bashar al Asad a cumplir con un eventual compromiso.

Aunque en sus primeras reacciones algunos países occidentales dijeron que la propuesta no era suficientemente contundente, aseguraron que estaban preparados para discutirla.

Durante meses, las naciones occidentales han intentado que el Consejo adopte una decisión en el caso de Siria, pero Rusia y China han vetaron esas propuestas.

Según la ONU, más de 5.000 personas han muerto en siete meses de disturbios, aunque en opinión del gobierno Damasco la violencia es culpa de bandas armadas y no producto de alguna represión sistemática.

Las restricciones al trabajo de la prensa internacional que impone el gobierno sirio hace muy difícil verificar la información.

Posición más fuerte

Vitaly Churkin, el embajador ruso ante la ONU, explicó que su gobierno propuso «al consejo una nueva versión que refuerza considerablemente todos los aspectos del texto anterior, en relación con la necesidad de detener la violencia, respetar los derechos humanos y acelerar las reformas».

En octubre, los rusos presentaron una iniciativa como reacción a una resolución europea que habría podido abrir la puerta para sanciones contra Damasco.

manifestacion en damasco

Rusia vetó esa resolución, mientras que la propuesta rusa, un documento mucho más débil, fue rechazado por los países occidentales.

Desde entonces, el Consejo de Seguridad ha estado con las manos atadas en relación con el conflicto sirio.

Churkin dijo que este texto pedía que «todos los actores» pararan la violencia, pero que incluía una nueva referencia al «uso desproporcionado de fuerza por las autoridades sirias», en lo que algunos analistas ven como una posición más fuerte de Moscú hacia el gobierno de Al Asad.

El documento también le pide al «gobierno sirio detener la supresión de quienes ejercen sus derechos a la libertad de expresión, de reunión y asociación».

Las intenciones de Moscú

Mientras muchos destacan que la súbita iniciativa rusa podría buscar distraer la atención de sus propias manifestaciones populares, de quienes se quejan del resultado de las recientes elecciones parlamentarias, algunos reconocen que es indicativo de la importancia de Moscú en el manejo de la crisis.

«Rusia ha surgido como un actor clave en el balance contra una intervención en Siria», aseguró Aram Nerguizian, especialista en la región del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington.

De hecho, entre las herramientas rusas no se cuentan sólamente las diplomáticas.

Violencia continuada

manifestaciones en siria

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, basado en Londres, dijo que las muertes ocurrieron en la provincia de Deraa, en el sur del país.

«Es muy probable que Moscú opte por destacar los riegos de una operación militar, mediante demostraciones militares propias en el Mediterráneo y el envío de ayuda militar a Siria para detener a EE.UU. y sus aliados de cualquier escalada contra Siria»

Para el analista, «se puede esperar que China acompañe a los rusos, al menos a nivel del Consejo de Seguridad de la ONU».

Las esperanzas de Clinton

Diplomáticos de Occidente dijeron que el documento actual no reflejaba totalmente la gravedad de la situación de derechos humanos en Siria, pero agregaron que estarían dispuestos a negociar con base en el texto.

La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, dijo que «hay algunos temas en él que no podríamos apoyar».

«Hay desafortunadamente una aparente paridad entre el gobierno y los manifestantes pacíficos y luego otros sirios que están tratando de defenderse, pero vamos a estudiar la propuesta detenidamente», aseguró Clinton, quien dijo esperar «poder trabajar con los rusos».

Para el embajador francés ante la ONU, Gérard Araud, «no hay equivalencia posible» entre el accionar del gobierno sirio y el de los manifestantes.

«Debemos mostrar realmente que la violencia ha venido del régimen sirio. El principal responsable de la violencia es el comportamiento de las fuerzas armadas y, en segundo lugar, la negativa del régimen sirio a comprometerse con reformas genuinas».

Rusia, por su parte, acusa a Occidente de tratar de utilizar las Naciones Unidas para forzar un cambio de régimen en Siria.

Con información de la BBC

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