Colima.- Por golepar, violar e intentar matar a su hijo, Arisbet Dolores Palacios Olivera, de 29 años de edad, fue puesta a disposición del jueza de los penal en Villa de Álvarez.
La mujer enfrenta cargos por su probable responsabilidad penal en la comisión de los delitos de homicidio calificado en grado de tentativa, violación y violencia intrafamiliar, en agravio de su hijo de tres años.
Fue detenida por elementos de seguridad, luego de que una trabajadora social del Hospital Regional Universitario, informó que el pasado 10 de septiembre ingresó un menor golpeado y con quemaduras en varias partes de su cuerpo.
La propia Aribeth Dolores, fue quien lo llevó para su atención médica, a bordo de una ambulancia de la Cruz Roja.
El ministerio público acompañado por agentes de la PPJE, se trasladaron al nosocomio y luego de confirmar las lesiones y escuchar las contradicciones de la madre, sobre la supuesta caída del menor, ordenó su detención y traslado a las instalaciones de la Procuraduría en Villa de Alvarez.
En su confesión Arisbet señaló que tiene 29 años edad, es originaria de Armería y vecina de la calle Tekuan, de la colonia Villa Izcalli, en Villa de Álvarez, madre soltera, tiene dos hijos, el mayor de tres años (victima) y una de nueve meses.
La mentira
La probable responsable señaló que había llevado a su hijo a bordo de una ambulancia al hospital para que recibiera atención médica, por que el pasado 6 de septiembre, el niño de tres años se había subido a un árbol que hay en su casa y se calló de cabeza, pero que no le dio importancia.
Explicó que el día 10 de septiembre a las 06:00 horas, el menor despertó y le dijo que le dolía mucho la cabeza y luego se desmayó, por lo que de inmediato llamó al 066 para pedir ayuda y minutos después llegó la ambulancia.
Al ser cuestionada sobre las quemaduras en el cuerpo que presentaba su hijo, cayo en contradicciones.
La verdad de los hechos
La madre terminó por explicar la verdad y señaló que como su hijo es muy berrinchudo, inicialmente le pegaba con la mano, pero su amasio le dijo que lo hiciera con mayor fuerza.
Este le propuso colocar en un extremo de un cable de grabadora, dos clavos y el otro extremo colocarlo en la toma de corriente en la pared, para provocarle quemaduras.
Dijo que este tipo de castigo lo iniciaron desde el mes de julio, en complicidad con su pareja que se encuentra profugo.
Esto lo hacían cada que el menor hacía un berrinche o no obedecía.
Asimismo manifestó que los clavos se los colocaban en sus partes intimas glúteos y espalda.
Señaló que en ocasiones su amasio era el que aplicaba los castigos, mientras ella tomaba en sus brazos a su hija de nueve meses y se salía a la calle para no escuchar los gritos y llanto del niño.
En otra ocasión, con la complicidad de su pareja, le quemaron con un encendedor uno de sus pies y en luego lo hicieron con una herramienta de acero caliente.
Arisbet declaró que en otras ocasiones tanto ella como su pareja aventaban al niño contra la pared con toda la intención de que se golpeara en la cabeza.
De acuerdo a la procesada esto lo hacía por que el niño le recuerda al padre, quien la abandonó cuando se embarazó.
El pasado 7 de septiembre, antes de que su pareja se fuera a trabajar le habló al menor para luego comenzar a golpearlo con pies y manos en diversas partes del cuerpo, además de darle descargas electricas y finalmente lo lanzó contra la pared.
Al día siguiente el menor comenzó a llorar y decía que le dolía la cabeza, por lo que lo trasladó en una ambulancia al Hospital y por temor a que la descubriera dijo a los doctores que su hijo se había caído de un árbol.
“No me interesa mi hijo, no me importa lo que le pase, lo desprecio y sería mejor mi vida si no hubiera nacido”, señaló en su declaración.
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