PRELUDIO

Campaña de desinformación: el poder del silencio

Por: Fernando Alberto Gutiérrez Fernández

En las últimas décadas, los electores del mundo hemos atestiguado –en mayor o menor medida- el consumo de la propaganda y los grandes programas ideológicos por la industria de las relaciones públicas y la mercadotecnia.
El formato teórico y los métodos del mercadeo político no son en absoluto novedosos; no obstante, han implicado la sistematización de conocimientos previamente fragmentados y originalmente configurados en una disciplina para la venta de un producto. En síntesis, la mercadotecnia y las relaciones públicas simplifican la propuesta política a un reducto dirigido a una población específica, producto deseable en la medida en que promueva la difusión de planteamientos y el sufragio informado; criticable en tanto exalte la forma por encima del fondo.
El mercadeo político de las formas está caracterizado por la conversión de los candidatos en botargas, así como por la fabricación de mantras cuyo objetivo es cautivar la intuición y no la razón del electorado; por lo común tales campañas se distinguen por la persistencia y la agresividad de sus componentes, tal y como ha sido reproducido en nuestro estado por uno de los candidatos a la gubernatura.
las campañas políticas que adoptan una mercadotecnia acérrima, generalmente pretenden ocultar aspectos impopulares de su propuesta política, cuya infamia rádica comunmente en su pertenencia al esquema ideológico de la derecha. En esa tónica hay temas que prefieren evadir, creando una nutrida suma de simpatizantes desinformados. Tal sístema propagandístico beneficia la distracción y el silencio, atrayendo el voto por desconocimiento más que por convencimiento.
En numerosas conferencias, Noam Chomsky (reconocido lingüista, filósofo y activista estadounidense) ha expuesto su preocupación respecto al fenomeno, particularmente su incidencia en las elecciones en norteamerica: “La primera tarea de la industria es asegurarse que los clientes carentes de información hagan selecciones irracionales, socavando de esa manera las teorías de mercado que proponen exactamente lo opuesto. Y los expertos en relaciones públicas reconocen los beneficios de socavar la democracia de la misma manera”. Nos recuerda que tales fueron las estrategias que llevaron a Ronald Reagan a la presidencia en 1981, y recientemente a Barack Obama, quien en su momento fue premiado por el mejor marketing de campaña del año 2008 (superando inclusive a consorcios del calibre de Apple).
En la tónica anterior, Chomsky ha esbozado los accesorios que acompañan a la técnica de la desinformación, entre los cuales destaca un holgado financiamiento reflejado en la opulencia de las campañas; ante la vigencia de tal fenomeno, y el actual panorama de las elecciones en nuestro estado, los colimenses debemos reconocer tales aspectos en las campañas de los diferentes candidatos. Es menester reconocer a aquellos que han ejercido una campaña que asemeja la promoción de un producto, haciendo uso de cantidades arbitrarias de dinero para deconstruir la política local a través de los monotemas y el discurso del ridículo; Que un ejercicio de revisión y reflexión anteceda la conseción de nuestro voto.

Manzanillo: latitud prioritaria.

En mi columna anterior expuse la inexistencia del tema del desarrollo portuario y la desconexión con la realidad prevaleciente en las propuestas de algunos candidatos a la gubernatura; contrastantes con el acierto y pertinencia de los planteamiento de Ignacio Peralta Sánchez en la materia.
Tales afirmaciones se corroboran con la reciente presentación del Plan de Infraestructura para el Progreso y Bienestar por el candidato tricolor, en el cual expone diversas acciones que benefician al municipio de Manzanillo, entre las cuales se encuentran la proyección de un clúster energético que vincule la terminal de gas LP, la central de almacenamiento y regasificación de gas natural licuado y las instalaciones de la terminal de Pemex en Manzanillo; la construcción de un centro de convenciones y la implementación de un ambicioso plan en materia de infrestructura urbana que resuelva los problemas de movilidad en diferentes áreas de la ciudad.
Ante tales propuestas no debe sorprender que el candidato por la coalición PRI-PVM-Panal repunte en encuestas posteriores a las citadas en mi último artículo, reafirmando la relación directa entre atención al puerto y preferencia electoral.

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