POLÍTICA INDUSTRIAL

¿QUÉ VIENE?

Por: Sean Osmin Hamud Ruiz

Durante mucho tiempo se ha propugnado desde el sector industrial en este país, la definición de una política pública que de rumbo al desarrollo industrial.

Intuitivamente, a partir de que México se enquista en el concierto mundial y se vuelca a la globalización, las empresas que encontraron en el comercio exterior una manera de desarrollarse y crecer, enfilaron sus afanes hacia allá.

Sin embargo, insisto, este enfoque resultó más producto de una adaptación a lo que ocurría, que a un plan estructurado.

En días pasados, la secretaría de economía dio a conocer su DECÁLOGO DE LA NUEVA POLÍTICA INDUSTRIAL.

Buenos deseos, lugares comunes, inconsistencias con la realidad que se está conformando. Un destello en un cuarto oscuro.

El despegue de cualquier actividad productiva tiene que venir, sí de una política pública, pero el papel de ésta no es enunciar las abstracciones, es construir la plataforma institucional para que el verdadero ecosistema se convierta en un campo fértil.

No tiene ningún caso hablar de mejora regulatoria, y complicar el cumplimiento fiscal.

No puedes decir que es de tu interés impulsar la industria 4.0 y que la actual orientación del Conacyt sea rescatar el maíz originario y cerrarse a los desarrollos tecnológicos del mundo.

Decir querer aprovechar la apertura comercial y cerrar tus representaciones en el extranjero.

Pretender que se atraigan flujos de inversión cancelando proyectos estratégicos y promoviendo otros que no tienen ni el mínimo estudio técnico que acredite su viabilidad.

El ejercicio se agradece, sin duda. Ojalá permeé lo suficiente en las áreas afines y en las reflexiones del presidente.

Falta hace.