NOMOFOBIA, UNA ADICCION DE ACTUALIDAD
Por: Eleazar LÓPEZ CUEVA
Recuerda usted aquella antigua frase que rezaba “el teléfono se hizo para acortar distancias, no para alargar conversaciones”?
Con la llegada del teléfono celular hace ya algunas décadas, empezó efectivamente a acortarse la distancia y cada vez fue más fácil comunicarnos y estar enterados de noticias que acontecen al otro lado del mundo. Ya no es raro saber en tiempo real lo que acontece en otros países, cuando antes pasaban semanas o meses sin que se supiera nada, y ya no digamos la comunicación entre familiares, cuando dependíamos casi solamente del servicio de correo, o incluso antes, el telegrama.
La realidad es que la vorágine en la que estamos inmersos en relación a la comunicación fue creando un verdadero vendaval de formas de comunicación que, muchas de las veces, no están ya relacionadas con la comunicación verbal que se establecía con la otra persona, sino ya muy breve a través de la comunicación escrita en redes sociales como watsapp, messenger, o twitter, por mencionar sólo las más comunes
Sin embargo, todo esto trajo como consecuencia lo que se ha dado en conocer como nomofobia, que es básicamente la dependencia o adicción al celular, o el miedo a permanecer durante un periodo de tiempo sin el celular a la mano. Dicha adicción la padecemos prácticamente todos, en mayor o menor medida, y lo importante es analizar cómo se presenta en nosotros los siguientes síntomas por mencionar sólo algunos:
- Mirar o abrir constantemente el móvil para ver si ha recibido algún mensaje
- Robarle horas al sueño para sumergirse en redes sociales
- No querer ir a ningún sitio donde no haya cobertura o señal para estar permanentemente comunicado
- No apagar el móvil en ningún momento
- Dejar de poner atención a quien nos está hablando, por atender al celular
Es claro y bastante cotidianas aquellas escenas donde hay tres o cuatro personas (familiares o amigos) sentadas juntas pero no interactuando, cada quien en su móvil; lo mismo cuando esperas a ser atendido en alguna oficina, antes si recuerdas al menos platicabas con la persona de al lado pero esa interacción está cada vez más ausente.
En los entornos estudiantiles es cada vez más difícil el lograr la atención del alumnado, ya que en la primera oportunidad están viendo el celular, y la gran mayoría de las veces es para atender el watsapp en un mensaje que realmente no tiene tanta urgencia, pero se ha creado una dependencia tal que reclamas airadamente a la otra persona cuando no te ha contestado en el lapso de un minuto.
El abordaje para el tratamiento de la nomofobia puede hacerse en un programa de entrenamiento progresivo desde la terapia cognitivo conductual, donde básicamente se entrena a la persona para el clásico “darme cuenta” y hacer acciones concretas en consecuencia, como invertir más tiempo en otras actividades (lo que se conoce como sustitución) o hacer conciencia de mantener el móvil físicamente separado de ti (no en la bolsa del pantalón, bolso o en la mano) e identificar los sentimientos naturales de angustia que esto genera como síntoma principal de la nomofobia, y si estás en tratamiento, compartir esto con tu terapeuta así como los avances que se vayan teniendo.
Contacto:
Mtro. Psic. Eleazar López Cueva
Maestro en Psicología Aplicada/Consejería en Adicciones
Atiende en CHRIZANE, Consultoría y Desarrollo Humano
Tel. 312 138 0791
