El debut de la selección mexicana femenil de futbol se tornó agridulce, toda vez que igualo 0-0 con su similar de Chile, en el primer juego de grupo de los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011. México dominó todo el partido y aunque desplegó el mejor futbol, Chile soportó de manera estoica los embates de las locales para robar un punto a las anfitrionas.
Ni el mejor despliegue físico, ni la mejor idea de juego fue suficiente para que el Tri femenil doblegara a un cuadro andino que se supo manejar con oficio los embates mexicanos y que tuvo en su portera Claudia Endler a su figura, tras bajar la cortina e impedir que México consiguiera un gol.
México dominó todo el primer tiempo, copando el medio campo con las intervenciones de Lupita Worbis y Lizeth Garza, quienes tejían los avances del combinado anfitrión, buscando proyectar siempre a la veterana Maribel Domínguez.
Chile, por su parte, hizo su partido y trató de no salirse de la cuadratura de su esquema, al jugar con todos sus elementos atrás y buscando el contragolpe que les diera el gol de la sorpresa.
El cuadro local movía el esférico de un lado a otro, tratando de encontrar alguna fisura en la zaga chilena que les permitiera taladrar la meta de la guardameta Endler, pero el peligro no se generaba.
Las andinas aprovecharon el dominio de México para estuvo a punto de sorprender con un disparo bien colocado desde fuera del área de Nicole Aedo, pero la portera mexicana Aurora Santiago se lanzó de forma magistral para evitar el gol y mostrar la mejor estampa del partido.
Para la segunda mitad, el dominio mexicano incrementó y ese empuje hizo que los espacios se abrieran, pues Chile, a pesar de que mantenía el esquema defensivo, poco a poco cedía ante el dominio local.
Los grandes desbordes de Mónica Ocampo por la banda izquierda y la velocidad de Maribel Domínguez buscando los espacios eran la constante, pero la suerte acompañaba a las sudamericanas, que mantenían su meta en cero.
El último tercio de la segunda mitad fue un suplicio para las chilenas, pues físicamente ya no rendían como al inicio y la barrera levantada en la zaga poco a poco se iba fisurando, algo que aprovechó muy bien México ejerciendo una presión avasalladora.
Al final, México se quedó con los deseos de regalarle un triunfo a su afición y las chilenas se vistieron de villanas, pero con un punto en la bolsa que les supo a oro.
