Libertad de prensa

Por Héctor Romero Fierro

En días pasados se debería celebrar el día mundial de la “Libertad de Prensa”, lamentablemente aquí no hay posibilidad de festejarlo, ya que cada día son intimidados, violentados, secuestrados y asesinadas personas que ejercen esa noble función, la de informar, que es además piedra angular de la democracia.

Lamentablemente el Gobierno Federal no garantiza el ejercicio de esta noble profesión, convirtiéndonos en uno de los países donde es sumamente peligrosa la labor informativa, según la Internacional Federation of Journalist (IFJ), estamos peor que Afganistán, Siria o Somalia.

Valgan están líneas como homenaje a quienes ejercen esa bendita profesión, incluyendo a todo el equipo humano que hace posible que un ejemplar de un periódico, revista, noticiero de TV o radiofónico, salga a la luz.

Tenemos que reconocer que en México desde hace muchos años es un peligro latente ser periodista, aunque antes, su peligro se encasillaba en algunas zonas del país, ahora los delincuentes, en lo que va del periodo de Manuel Andrés López Obrador (MALO), operan a lo largo y ancho del territorio nacional con total impunidad, ya que la política de “Abrazos, No balazos” solo ha permitido que estos grupos delincuenciales se fortalezcan exponencialmente, solo como ejemplo basta ver que llegan al extremo de asegurar protección social regalando despensas, y la “Guardia Nacional” como si nada.

Este riesgo se agravó con la llegada del Coronavirus a nuestro país, ya que los periodistas no pueden quedarse en resguardo en la cuarentena, y menos ante tanta noticia falsa, incremento de homicidios, crisis económica, ocultamiento y manipulación de la información médica, inclusive es manifiesto el odio hacia algunos críticos informadores o medios de comunicación por parte del propio Presidente de la República externado desde su show mañanero, si el Presidente se expresa así, qué podemos esperar de los demás delincuentes. Políticos corruptos y miembros del crimen organizado asesinan solo por callar las voces de aquellos que día a día denuncian o revelan sus actividades, o que los desnudan ante la opinión publica por proporcionar información manipulada o falsa.

Lamentablemente esta crisis agrava la situación económica que muchos medios de comunicación ya sufrían, por ello también les urge el que salgamos de la etapa más alta de la crisis del Coronavirus. Todos debemos apoyar el derecho a informarte y ser informado. Procura comprar periódicos impresos, te hará tener una óptica diferente de lo que ocurre y su lectura te hará hacer mas llevadero el encierro.

En otro tema, es criminal que algunos pequeños empresarios, pretendan desafiar las recomendaciones del Gobernador del Estado e intenten reanudar sus actividades comerciales o algunos vacacionar, precisamente en el momento mas crítico de la pandemia, arriesgando por contagio su vida, la de sus empleados, familiares y clientes.

Es cierto, hay negocios abiertos, pero solo deben ser aquellos que permitan el abastecimiento de víveres, medicinas y servicios indispensables a la población, lamentablemente el gobierno indebidamente ha permitido la operación de otros giros no estrictamente indispensables, creando una brecha inexplicable para aquellos que por sobrevivir les urge que se levante la cuarentena.

Solo como ejemplo, MALO emite un decreto donde dice que puede seguir operando aquellas empresas que sean proveedoras de sus proyectos estrella, tales como la Refinería de Dos Bocas o la Central Avionera, qué, ¿estos proyectos no pueden esperar como el resto esperamos o están acaso sus empleados protegidos por “El Detente”?

A la gran mayoría de empresarios ya les cuesta trabajo el dormir, no solo por el desequilibro físico-alimenticio y exceso de TV que provoca el encierro, no duermen porque están preocupados por sus empleados, por su futuro económico y de su negocio. Tratan de buscar soluciones, que lamentablemente están lejos de la almohada, pensando cómo enfrentará su empresa el retorno a una “nueva normalidad” post-virus.

Lamentablemente México es uno de los pocos países que su gobierno central se niega a apoyar a los empresarios de todos tamaños, el Presidente los ve como enemigos, excepto claro, aquellos que de ser clasificados como distinguidos miembros de la mafia del poder, ahora, ya son sus “amiguís”, al convertirse en porristas de MALO y en premio les otorgan sin licitación las obras y contratos mas importantes del sexenio, solo basta ver el trato que reciben los dos empresarios mas aplaudidores del régimen, me refiero a Carlos Sim y a Ricardo Salinas Pliego, o el trato al hijo de Bartlett, ejemplos notables de la corrupción de la CuatroTé.

Esa no es la clase empresarial que el gobierno tiene la obligación social de apoyar, son los pequeños y medianos empresarios PYMES, mismos que generan mas del 90% del empleo, los cuales ya carecen a estas alturas del encierro de total liquidez, y saben que para ellos el mes de mayo será ya una total pesadilla.

El gobierno federal no entiende que apoyar a las empresas PYMES, otorgar créditos y facilidades fiscales, no es salvar a empresarios millonarios avorazados, es salvar al país, a personas, muchas recientes emprendedores, que ellos como sus empleados viven al día, y de no darse los apoyos a corto plazo, ya no les servirán de nada.

Pero más urge, para evitar su desesperación, que se fijen ya fechas para planear el regreso a “la normalización¨, basados en políticas y medidas de seguridad, higiene, sana distancia y protecciones obligadas que nos permitan, regresar a las actividades cotidianas, sin ocasionar una segunda oleada de contagios.

El gobierno federal se equivocó, tratando de salvar su economía difirió lo mas que pudo el encierro total, con el nefasto resultado que ya apreciamos en el numero de defunciones, reconocidas o declaradas como neumonía atípica u otras causas, que muchas se hubieran evitado de actuar en tiempo, cómo está ocurriendo adecuadamente en Jalisco y Colima.

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