La causa del desabasto

A proposito

Por: Fernando MORENO PEÑA

El desabasto de medicamentos, la compra, distribución y calidad de los mismos se ha agravado por una serie de medidas equivocadas que, además del desabasto, se plantea como un problema serio la calidad de los medicamentos y la violación de prácticas internacionalmente validadas, así como la improvisación, bajo la regla de que lo barato sale caro.

Se ha acreditado que el desabasto de medicamentos no se debe ni a las empresas farmacéuticas, ni al personal médico de los hospitales, ni a los conservadores, ni a los neoliberales, ni a los enemigos del presidente AMLO; se debe a políticas mal implementadas desde el interior del gobierno federal y a la costumbre de los funcionarios federales de engañar al presidente AMLO, ante falta de valor y de responsabilidad, de no atreverse a decirle al presidente de la república que no se puede, que no es viable o que no es legal lo que se pretende hacer o se hace.

Varios periodistas en El Universal y en el Reforma, han revelado la verdadera causa del desabasto de medicamentos: si bien es el argumento para combatir la corrupción, por la pésima forma de implementar el combate a esa conducta, a través de la compra consolidada de medicamentos, concentrada en la Oficialía Mayor de la SHCP, es lo que ha generado la crisis en el sector salud.

Fue el propio gobierno federal el que causó este escenario con la decisión de centralizar las compras de medicamentos, así lo revela una circular de la Oficialía Mayor de la Secretaría de Hacienda, fechada el 22 de enero y enviada a diferentes instituciones de salud por la Oficial Mayor, Thalía Concepción Lagunas Aragón y va dirigido, como respuesta, al titular de la Dirección de Administración del IMSS, José Antonio Olivares Godínez, quien mediante oficio advirtió a la SHCP que habría escasez de medicamentos en el IMSS los primeros meses del 2020, por errores y retraso en la compra centralizada por Hacienda de medicamentos.

La SHCP, en su respuesta, reconoce que la compra consolidada de medicamentos es a partir del mes de marzo, por lo que autoriza al IMSS a buscar y comprar los medicamentos para los primeros cuatro meses del año; o sea, Hacienda sabe muy bien que hay un desfase y que en enero, febrero y marzo habrá desabasto de medicamentos.
El periodista Carlos Loret de Mola, que dio a conocer el documento de Hacienda, afirma que la compra consolidada hecha en noviembre de 2019 dejó un vacío de abasto para el primer trimestre del 2020 y que la entrega de los medicamentos comprados será a partir del mes de marzo.

La Secretaría de Hacienda, ante la advertencia del desabasto, respondió al IMSS y a los institutos y hospitales de salud, que es responsabilidad de las instituciones de salud comprar y cubrir las necesidades de medicamento durante el primer trimestre y le sugiere que hablen con sus proveedores para que les amplíen los contratos vigentes o que les anticipen la entrega de medicamentos que está programada a partir de marzo.
La Secretaría de Hacienda les advierte a las instituciones de salud que si no se puede lo anterior, deben arreglárselas por su cuenta pero que por ningún motivo garanticen atención y medicamento a la población y que además los medicamentos que compren ante el desabasto, sea a precios similares a los que Hacienda compró de manera consolidada.

O sea, las instituciones con qué cara van a solicitar a los laboratorios que amplíen los contratos de abasto que tenían en el 2019, si ahora Hacienda no les va a comprar en el 2020 y porque esas empresas deberán ajustar los precios a los que Hacienda pactó en la compra consolidada, que es un gran volumen y que tienen un precio menor, precisamente por la cantidad de la compra. Además, las empresas que han sido acusadas de corrupción en la venta de medicamentos, ¿les van a hacer favor ahora de sacarlos del problema, si las han desprestigiado y ya no les compran?

La calidad del medicamento

El presidente AMLO declaró que no va a tolerar chantajes de las farmacéuticas y ante el desabasto y por cuestiones humanitarias, podrán comprarse medicamentos en cualquier parte del mundo.

El gobierno federal emitió decreto en el Diario Oficial de la Federación que permite adquirir medicamentos cuando estén autorizados por organismos internacionales, como la OMS, aun sin aval de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), sobre todo medicamentos que están en la lista de la OMS que no podían entrar a México, porque las empresas vendían otros.

O sea, la ley establecía que todo medicamento que entré al país debe estar avalado por la COFEPRIS, pero ante el desabasto y para surtir pronto y no esperar el dictamen de la COFEPRIS, se entregarán sin la validez oficial, si esos medicamentos la OMS la tiene en su lista.

Medicamentos baratos sin calidad certificada

Rafael Gual Cosío, director de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma). Advierte que la importación de medicamentos sin el registro sanitario emitido por la COFEPRIS pudiera provocar daños serios a los pacientes, por la dudosa calidad de los productos comprados sin registro.

Además, advierte, al enterarse de que cambió la regla en México la OMS, aclara, en su sitio oficial, que el hecho de que los productos se encuentren en esa lista no significa que se garantice su seguridad y eficacia.

La organización aclara “que ante cualquier adversidad o situación que no sea ideal, ellos no se hacen responsables. La OMS se exime de toda responsabilidad por cualquier lesión, muerte, pérdida, daño u otro tipo de perjuicio que surja como resultado de la adquisición, distribución y uso de cualquier producto contenido en este listado”.

La OMS tiene razón, ellos tienen un listado de medicamentos, pero ellos no validan la calidad de los medicamentos, en el caso de México, la validación la hace la COFEPRIS.

EL UNIVERSAL constató que la organización de la salud se exime y que en éste se indica que “la inclusión en la lista no constituye un respaldo o garantía de la aptitud, por parte de la OMS, de ningún producto para un propósito particular, incluso en lo que respecta a su seguridad o eficacia”.

Además, esta decisión afecta a la industria nacional que produce medicamentos, Rafael Gual Cosío destacó que la importación de medicinas de cualquier parte del mundo deja de lado la industria instalada en México, la cual ha invertido por años y se ha preocupado por cumplir 100% los requisitos de la Cofepris. “Vemos un trato inequitativo, porque a la industria farmacéutica que está aquí es a la que se le exigen condiciones muy rigurosas para garantizar la calidad de los medicamentos. El marco regulatorio que se ha constituido para garantizar calidad nos ha dado prestigio nacional e internacional, traer cualquier cantidad de productos con una calidad desconocida nos hará perder esa autoridad.

Juan de Villafranca, director ejecutivo de la Asociación Mexicana de Laboratorios Farmacéuticos (Amelaf), declaró “que se pone en riesgo a la población el permitir que entren al país medicamento sin registro, baratos y de mala calidad”. Además, se establecería una competencia dispareja en precios y calidad en prejuicio de la industria nacional, al pedir menos requisitos, que los que se exigen en México.

Los laboratorios mexicanos tienen estándares muy altos, que han demostrado durante todo este tiempo y que incluso lo han comprobado a nivel internacional, donde también se reconocen los estándares de los productos que se hacen en el país.

Además, de Villafranca indicó que “la genética es distinta en función de la alimentación y las costumbres, y esto sí influye, por eso es importante que en todos los medicamentos se realicen las pruebas y el esquema de bioequivalencia, para que brinden seguridad y eficacia”.

José Alonso Novelo, titular de la (Cofepris), sobre el acuerdo, por el cual se permite la importación de medicinas incluso si no cuentan con registro sanitario en el país, resaltó que se tuvo que tomar la decisión porque existía un privilegio hacia ciertas empresas y había muchos impedimentos para adquirir medicamentos de otras naciones. O sea, justifica que dejen de lado a la Cofepris, que servirá únicamente de florero.

En pocas palabras: no les interesan los enfermos, ni los resultados del desabasto de medicamentos y mucho menos la calidad de los mismos.

Solo les interesa hablar de la corrupción que, ellos dicen, había en el pasado pero que nunca se tradujo en ausencia de medicamentos ni mucho menos en adquisiciones de de productos de dudosa eficacia y seguridad para los pacientes. Fieles a su estilo, en este gobierno de la 4T, provocaron desabasto, modificaron la ley para comprar barato y malo, afectaron a la industria nacional y, sobre todo, dañaron doblemente a pacientes y sus familiares, por el desbasto y por la poca calidad y eficacia de los productos comprados.