El Estado: cómplice violador

El Arcón de Hipatia

Por: Sarai AGUILAR ARRIOZOLA

Hay cifras que se han convertido, por desgracia, en referente en torno a la violencia hacia las mujeres. Una es la de nueve feminicidios al día, en promedio.

No obstante, otros hechos como la violencia sexual permanecen en la sombra. Así lo revela un análisis realizado por la organización civil México Evalúa, según el cual 99.7 por ciento de los delitos de violencia sexual contra mujeres no fue denunciado en los últimos seis meses; es decir, de julio a diciembre de 2019.

Cuatro de cada diez mujeres mayores de 18 años sufrieron algún tipo de violencia sexual durante el segundo semestre de 2019. La violencia sexual incluye acoso sexual, hostigamiento sexual, abuso sexual, intento de violación y violación. Es decir, más de 6 millones de mujeres fueron víctimas de alguno de estos delitos en los últimos seis meses”.

La no denuncia es la causa de que exista una diferencia entre las estadísticas que arroja el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad (SESNSP) y las llamadas cifras negras.

Esta baja denuncia es motivada por la omisión e impunidad existente en los ámbitos judiciales y las autoridades responsables. La semana pasada se denunció en diferentes medios al Centro de Justicia y Empoderamiento para las Mujeres en la región centro de Coahuila –creado para garantizar en un sólo lugar servicios integrales a las víctimas de violencia–, que omitió investigar por más de cinco meses una denuncia de abuso sexual interpuesta contra un empresario de la entidad.

No es de extrañarse que durante 2019 el estado de Coahuila registrara un total de 559 carpetas de investigación iniciadas por abuso sexual. Esta entidad ocupó en 2019 el lugar número siete en todo el país en la lista de llamadas al 911 por incidentes de abuso sexual, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Según datos presentados por el diagnóstico sobre la violencia sexual contra las mujeres y las niñas en los espacios públicos en Torreón, Coahuila, que realizó en 2017 ONU Mujeres y el gobierno del estado, una causa estructural de la violencia sexual que se ejerce contra las mujeres y las niñas en los espacios públicos en Coahuila es la impunidad.

Existen condenas desalentadoras. Detenido por ser un acosador sexual serial, Roberto Arvide Reyeros fue sentenciado sólo a cuatro años de prisión en el Estado de México. Resulta una burla en un estado donde, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) hay un promedio mensual de 472 casos de violencia sexual, así como 15 denuncias diarias, lo que podría figurar en una cada dos horas. Edomex es el segundo lugar nacional en denuncias por crímenes sexuales, sólo por detrás de la Ciudad de México.

Y mientras tanto, el Congreso de la Ciudad de México arrancará el proceso de ratificación de los magistrados del Tribunal Superior de Justicia de la CDMX. Uno de los postulantes es Manuel Horacio Cavazos López, quien tiene una carpeta de investigación por el delito de violación en contra de sus hijas. Sin embargo, será tratado en igualdad de circunstancias, con lo que tiene la oportunidad de permanecer en el cargo otros seis años.

La violencia sexual no solo es ejercida por el violador. La ausencia de legalidad, la impunidad, el tener instituciones estatales débiles y marcadas desigualdades de género son culpables de generar condiciones para ejercer más violencia sexual, más brutal y más extendida y diversificada. Y sí, aunque hace meses algunos se burlaban del hoy famoso performance de Las Tesis, es una realidad que ante tanta omisión, el Estado se convierte en un cómplice violador.

Columna publicada con el permiso de @saraiarriozola el Arcón de Hipatia