Juicios orales deben desarrollarse sin exceso de tecnicismos: Jueces

“El principio de inmediación y la comunicación sin tecnicismos son fundamentales para el desarrollo de los juicios orales”, comentaron en entrevista los jueces de la Ciudad de México, Yaopol Pérez Amaya Jiménez y María Esperanza Hernández Valero, quienes impartieron el primer módulo del diplomado en Juicio Oral en materia Civil, Familiar y Mercantil que realiza el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad de Colima.

En la nueva modalidad de Juicios Orales, afirmó Hernández Valero, “el principio de inmediación se respeta, tan es así que la Ley establece que el juez debe prescindir de todas las audiencias; en caso contrario, éstas serán nulas. Además –enfatizó– es importante que el juez interactúe con los involucrados”.

Yaopol Pérez comentó que de nada sirve que el juez conozca el expediente y los abogados litigantes se confronten si aquél se limita nada más a escuchar las audiencias.

“Quien imparte justicia debe interactuar; sin embargo, si tiene un lenguaje muy técnico y la gente que pide justicia no entiende lo que está diciendo, su presencia no tiene sentido; entonces, tiene que haber un entendimiento y comunicación entre juez, litigantes y las personas que exigen justicia ante el tribunal; de lo contrario, los juicios orales serán sólo un cambio de forma sin sentido alguno”, explicó.

Las características de dichos juivios, informaron, han permitido a los jueces en la Ciudad de México resolver entre el 80 y 90 por ciento de los casos que se presentan en un año.

“Recibimos 600 asuntos al año, de éstos, pienso que un 80 o 90 por ciento están resueltos; o sea, no tenemos ninguno sin resolver y el otro 10 o el 20 por ciento es porque no desahogaron la prevención y se tuvo que ir a demanda, o hay desistimiento. De ese 80 por ciento, más de la mitad se resuelven mediante convenio y la otra parte con sentencia”, dijo Pérez Amaya Jiménez.

En cambio, en el sistema escrito “era difícil que los juicios ordinarios civiles o mercantiles se resolvieran en un año; era complicado por las propias cargas de trabajo, el desarrollo de las audiencias y por las prácticas de los bogados de retrasar el procedimiento. Entonces, yo diría que del cien por ciento de asuntos que se tramitaban vía ordinaria civil o mercantil, sólo un 20 se resolvía durante un año; el otro 80 por ciento, después de un año”, agregó Hernández Valero.

Los jueces recomendaron a quienes se dedicarán a este nuevo sistema de juicios, “estar siempre atentos al nuevo conocimiento; estudien y conozcan el caso que van a defender para que así puedan tener buenos argumentos”.

Sobre todo, dijeron, “deben saber comunicarse sin tecnicismos jurídicos, lo cual es muy importante porque, recuerden, la oralidad es para darle reconocimiento a los abogados y a los impartidores de justicia”. Yaopol Pérez Amaya Jiménez es juez 17 de Proceso Oral en la Ciudad de México y María Esperanza Hernández es juez cuarto de Proceso Civil Oral de la misma ciudad. BP

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