Conducir de noche

Higiene: mantener los vidrios del automóvil limpios colabora con la visión. No sólo el parabrisas, sino también la luneta y los cristales laterales. Además, controlar el nivel del líquido del limpiaparabrisas. Otra cuestión trascendente es la limpieza de los faros delanteros y traseros que ayudan a ver y a ser vistos por otros vehículos.

Luces: algunos automóviles cuentan con la regulación de los faros, en ese caso, controlar la posición de los mismos si se transportan más personas con su respectivo equipaje ya que el vehículo tiende por su incremento de peso a levantar la trompa. Esto debe hacerse para no encandilar a terceros. Utilizar las luces de giro para los sobrepasos y controlar el uso de la luz larga. Dentro del habitáculo, en lo posible no encender la luz de cortesía y reducir la intensidad de la luz del tablero para concentrarse en el camino.

Descanso: lograr un buen reposo antes de emprender un viaje es muy importante, más en la conducción nocturna. Siempre el descanso es fundamental, más que por la noche la concentración debe ser total y el tiempo de percepción es menor al del día.

Ambiente: la temperatura del interior del automóvil no debe ser elevada. Para ello es importante la ventilación adecuada del habitáculo para no generar somnolencia. El sueño puede aparecer debido a que estas son horas que generalmente se utilizan para descansar. Si se produce fatiga o dolores en el cuerpo, lo más recomendable es detenerse en un lugar seguro y despejarse o dormir.

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