Candidato Shafiq lanza duro ataque contra los islamistas de Egipto

El candidato presidencial egipcio Ahmad Shafiq lanzó hoy un duro ataque contra el grupo islamista Hermanos Musulmanes, a cuyo aspirante se enfrentará en la segunda vuelta de los comicios, al tiempo que tendió una mano a los jóvenes revolucionarios.

«Los Hermanos Musulmanes y su candidato (Mohamed Mursi) usan la religión para restringir la libertad del ser humano y lograr sus intereses, y no para aplicar sus valores», dijo Shafiq en un discurso dirigido a la juventud egipcia. En ese sentido, el general retirado y último primer ministro de la era de Hosni Mubarak aseguró que esa agrupación «solo desea jóvenes sometidos que besen las manos».

También acusó a los Hermanos Musulmanes de ser capaces de vender los privilegios del Canal de Suez o la península del Sinaí «para financiar su proyecto, que denominan ‘el resurgimiento’ y que solo servirá a sus intereses».

«En cambio, yo combatí en la Fuerza Aérea para liberar el Sinaí», recordó el candidato, que fue comandante en jefe de esa rama de las Fuerzas Armadas durante la guerra contra Israel de 1973.

Shafiq también denunció que los Hermanos Musulmanes discriminan entre los musulmanes y cristianos -que representan el 10% de la población egipcia-, y entre la mujer y el hombre. Pese a esta dura crítica, el candidato instó a respetar los resultados de los comicios presidenciales, cuya segunda vuelta está prevista los próximos 16 y 17 de junio, y respaldar al nuevo jefe de Estado.

«Hay dos facciones antagónicas que compiten en las elecciones: una civil y otra religiosa. Pese a las diferencias, yo propongo que al día siguiente de los comicios sean olvidadas y nos unamos en torno de la persona que nos dirigirá», subrayó.

Durante su alocución trató de atraer el apoyo de los revolucionarios y prometió convertir la plaza Tahrir -epicentro de la Revolución del 25 Enero de 2011- y las demás plazas de Egipto en lugares libres y seguros para expresarse.

«Organizaremos la plaza Tahrir para que la economía no se vea dañada, y dedicaremos también un lugar para que practiquen el arte del grafiti», dijo Shafiq, quien también prometió libertad en internet y ampliar la participación del pueblo en las esferas del poder.

«Mi compromiso es trabajar por la justicia social y el cumplimiento de los sueños y aspiraciones del pueblo. Egipto será para los eficientes, sin favoritismos», agregó. La comparecencia de Shafiq coincidió con una manifestación de decenas de miles de egipcios en El Cairo para rechazar la sentencia contra Mubarak y a la candidatura presidencial de Shafiq.

En el denominado «Viernes de la perseverancia», la cairota plaza Tahrir volvió a acoger una multitudinaria manifestación para exigir que se repita el juicio contra Mubarak y se expulse de la carrera electoral a Shafiq.

Para la profesora Sahar Hafez ambos asuntos están relacionados: «Significa que nada ha cambiado y que el antiguo régimen sigue presente mientras que la sangre de los mártires ha sido derramada», subrayó.

Mubarak fue condenado el sábado pasado a cadena perpetua por la matanza de manifestantes, pero el juez absolvió a seis altos mandos del Ministerio del Interior por el mismo caso, y a los hijos del expresidente de cargos de corrupción.

Hafez aseguró, mientras seguía una de las marchas de jóvenes que llegaban a Tahrir, que lo importante en estos momentos es que los egipcios permanezcan «unidos». En su opinión, la «última oportunidad» es que se unan los candidatos derrotados Hamdin Sabahi (naserista) y Abelmoneim Abul Futuh (islamista moderado) con Mohamed Mursi, el aspirante de los Hermanos Musulmanes que pasa a la segunda vuelta contra Shafiq.

«Abajo Shafiq», «La revolución continúa» y «Los revolucionarios no somos baltaguiya (agitadores violentos)» eran algunos de los lemas coreados por los manifestantes y proclamados desde las tribunas levantadas en la plaza.

La manifestación de hoy, convocada por la mayoría de las fuerzas políticas, entre ellas los Hermanos Musulmanes, y por grupos de jóvenes revolucionarios como el Movimiento 8 de Abril, tiene también como objetivo pedir que se aplique la conocida como Ley de Aislamiento.

Esta ley, aprobada por el Parlamento y ahora en estudio en la Corte Constitucional, impide a los altos cargos del antiguo régimen presentarse a las presidenciales, lo que dejaría fuera de la carrera electoral a Shafiq, último primer ministro de Mubarak.

Durante el rezo del mediodía en la plaza, que permaneció cerrada al tráfico, el imán revolucionario Mazar Shahin, considerado «el imán de la revolución», pidió en su sermón que se juzgue de nuevo a los asesinos de los manifestantes y que se aplique la Ley del Aislamiento.

Esta manifestación tiene lugar a una semana de la segunda vuelta de las elecciones, en la que se enfrentan dos modelos antagónicos: un remanente del antiguo régimen y un islamista de los poderosos Hermanos Musulmanes.

Con información de EFE

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