En Durango, la capital estatal, unas 14 personas buscaron acercarse a Felipe Calderón con fotografías y pancartas para protestar por la inseguridad en sus localidades. El cerco de seguridad —conformado por la guardia presidencial y agentes estatales— les impidió el paso.
Se trataba de la familia de Gilberto Ramírez, un profesor que desapareció hace dos años cuando se dirigía a la escuela donde daba clases.
“Nadie vio. En ese momento acudimos a la fiscalía estatal para denunciar el hecho, pero hasta el momento seguimos sin saber su paradero”, dijo a CNNMéxico uno de sus familiares.
Desde entonces, la esposa de Ramírez cierra la puerta de su casa más temprano que antes y pide a sus hijos, de 15 y 17 años, que no salgan. En la entrada de la vivienda hay un altar dedicado a la virgen de Guadalupe, frente al cual la mujer pide por la salud de su esposo.
“No puedo explicar el dolor que se siente al rezar por la vida de alguien que puede estar muerto”, dijo.
En el estado —donde habitan 1.6 millones de habitantes— hay otros cientos de casos similares. La coordinadora estatal de Atención a Víctimas del Delito, Ismelda Flores, señaló que 50% de los desaparecidos son profesores, mientras la otra mitad son militares y policías.
Otras personas que intentaron acercarse a Calderón fueron los miembros de la familia Gómez Alanís, del municipio de Poanas. Como ellos, miles de duranguenses perdieron sus cultivos en las últimas semanas debido a la fuerte sequía que se registró en México.
La escasez de agua hizo que los Gómez Alanís se quedaran sin sus 10 hectáreas de maíz.
Al respecto, Calderón anunció que la sequía será atendida con los recursos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden). En diciembre, el gobierno federal declaró desastre natural en 34 de los 39 municipios duranguenses por causa de la falta de agua.
El jueves, el presidente viajará a la sierra de Durango, que junto con Chihuahua y Sinaloa forma el Triángulo Dorado, territorio utilizado para el cultivo de droga por el cártel de Sinaloa, según autoridades federales.
Desde la noche de este martes, los policías estatales que estaban en puntos de revisión en la capital estatal dejaron sus puestos, debido a que fueron convocados para reforzar la seguridad en los eventos presidenciales.
Alrededor de 200 agentes trabajarán durante la gira junto con la guardia de Calderón, conformada por tres jefes militares, 14 oficiales y 380 soldados, de acuerdo con fuentes de la Décima Zona Militar.
Durango es considerado por el gobierno federal uno de los cinco estados más peligrosos del país, a causa de la presencia del crimen organizado. En los últimos años ha registrado asesinatos, desapariciones y el hallazgo de fosas clandestinas con más al menos 280 cuerpos.
Con información de CNN
