Zacatecas: vale más la dignidad que cualquier candidatura

EL ARCÓN DE HIPATIA

Por: Saraí AGUILAR ARRIOZOLA 

En campañas electorales, los cibernautas esperan las acciones de los personajes políticos para hacer memes. Y éstos no han defraudado. Los de esta semana corrieron a cargo de David Monreal. No obstante, los memes de esta semana dejan un mal sabor de boca por lo que representan.

El candidato de Morena a la gubernatura de Zacatecas fue expuesto en un video difundido en redes sociales en el que toca el glúteo a Rocío Moreno, aspirante del mismo partido a la alcaldía de Juchipila. La grabación tiene una duración de apenas cinco segundos y se tomó durante un recorrido que realizó Monreal por ese municipio.

Lo más sorprendente y desagradable lo constituyeron las reacciones de ambos. Mientras que se esperaba la disculpa de Monreal, la que salió en defensa del candidato y del partido fue ella. En un mensaje publicado en Facebook dijo: “acabo de ver un video circulando en redes sociales en donde se daña mi integridad y la del licenciado David Monreal, no voy a permitir que me utilicen, no voy a permitir que nuevamente dañen el movimiento. El licenciado David Monreal es una persona respetuosa y nunca me ha faltado. Basta de calumnias, basta de utilizar los videos para dañar nuestras imágenes, la cuarta transformación va a llegar a Juchipila, donde el PRI y el PAN lo tienen abandonado. ¡Vamos a ganar!”.

Monreal hizo lo propio y, en entrevista con Ciro Gómez Leyva, señaló que las imágenes difundidas en el video son mentira y aseguró que “en todo caso pudo haber sido un roce involuntario”. Fue más allá y dijo que “todos sabemos ahora que con la magia de la tecnología de los teléfonos, de la red, puedes manipular”.

De esa forma, en su discurso, Monreal pasó de agresor a agredido. De victimario a víctima.

Hubo reacciones de feministas cercanas a Morena en el sentido de que si la agredida no se sentía como tal, “no había delito que perseguir”. Si bien es cierto que el consenso es un elemento clave que determina si hubo o no agresión, no debemos pasar por alto el contexto político de una campaña y de lo que se espera de los aspirantes al servicio público. Así, es de interés general que un candidato a gobernar un estado garantice el respeto de los derechos humanos y el acceso de las mujeres a una vida libre de violencia.

Toca no juzgar a la víctima, a Rocío Moreno. No debemos caer en el error de terminar convirtiéndola en el saco de boxeo a causa de la agresión de otros. Lo que sí toca como feministas es alentarla a que esté consciente de que merece respeto. Que la defensa de ningún movimiento político vale más que su dignidad, que ella es mucho más que una candidatura. Que años de lucha ha costado que actos de cosificación y acoso sexual no sean permitidos más. Que hay redes de apoyo. Entonces tal vez se atreva a denunciar a su agresor.

Es lastimoso que tengamos que dar la batalla porque agresores sexuales no lleguen al poder. Por lo pronto, como ciudadanos nos toca decir una vez: ni un agresor será gobernador.

Columna publicada con la autorización de @saraiarriozola