Xóchitl Gálvez: un perfil diferente

EL ARCÓN DE HIPATIA
Por: Saraí AGUILAR ARRIOZOLA

“Estoy evaluando seriamente ser candidata a la presidencia, tengo la capacidad técnica, la sensibilidad social…”. Con estas palabras la senadora Xóchitl Gálvez se unió a la lista de aspirantes a la candidatura presidencial por el lado opositor.

No obstante, es importante destacar que sus intenciones están sujetas a las condiciones que pidan los partidos para abanderar las candidaturas y saber si es viable la competencia o no… ya sea para la jefatura de gobierno de la Ciudad de México o la presidencial.

En ambos casos, la senadora se considera capaz de solucionar problemas como el del Metro de la CDMX y llama la atención que menciona “el mantener las buenas políticas actuales”, tales como la pensión de adultos mayores.

Y escuchar hablar de ello a alguien del bando opositor es un respiro. Tras la pasarela en los últimos meses de sus posibles cuadros, donde las propuestas escasean y lo único que se escuchan son bravatas y gritos –entre ellos los de una mujer que se declara abiertamente femenina más no feminista, cualquier cosa que ella crea que eso signifique–, el que alguien conozca las necesidades de las mujeres de a pie, de la base, es digno de considerarse.

Como ella ha mencionado en diferentes entrevistas, desde niña trabajó vendiendo gelatinas. Conoce la pobreza, la falta de oportunidades, la violencia familiar, la discriminación y el acoso sexual, por mencionar algunas de las dificultades que la senadora Xóchitl Gálvez contó a Milenio que tuvo que superar para salir de una comunidad indígena y formarse profesionalmente.

Pero más allá de contar el por qué sí Xóchitl representa a las mujeres de carne y hueso, y no a las que luchan por ser más iguales entre los iguales y solo por el poder, aunque ella misma haya roto el techo de cristal, lo que llama la atención es el por qué no ha sido mencionada anteriormente por el dirigente de su partido, Marko Cortés, ni por ninguno de los hombres fuertes de los partidos que constituyen la alianza. ¿Será acaso que las mujeres que realmente buscan una agenda de igualdad no solo de género, sino interseccional, les asusta?

Es digno de reflexionar. Cuando los principales ataques a los partidos de la alianza han sido precisamente por sus políticas públicas carentes de sensibilidad social y con frecuencia alejadas de las problemáticas que día a día enfrentan los hogares mexicanos, ¿por qué el perfil de la senadora Gálvez ha sido ignorado en esta terna? ¿Por qué se le ha festejado a una senadora que llegó de Morena con sus arrebatos y griterías y a otra que ha permanecido leal al partido con resultados se le ha dejado de lado?

Haría bien el PAN en revisar sus opciones. Plantear objetivos y entender que los electores queremos políticos cercanos no solo que polaricen con el régimen, sino que sepan como mejorar nuestra calidad de vida.

 

Columna publicada con la autorización de Saraí AGUILAR ARRIOZOLA