Violencia injustificada

Por: Héctor Romero Fierro

El día de ayer se repitió la historia: protestas violentas originadas en marchas pacíficas donde un grupo de personas se manifestaban por el homicidio, hasta este momento impune, del joven Giovanni López, de 30 años de edad, ocurrido en el municipio de Ixtlahuacán de los Membrillos.

Debe quedar claro que México no aguanta más violencia, y se debe llegar al fondo de la investigación y consignación ante un juez de control de los elementos involucrados, así también para conocer a qué lugar fue llevado posterior a su detención y se determine la responsabilidad también de los encargados de las celdas municipales y del Comisario de ese municipio.

Al conocer la causa de la muerte, el Ministerio Público debió inmediatamente iniciar una carpeta de Investigación por homicidio y abuso de autoridad.

Debemos aclarar también que la detención no fue por no usar cubrebocas como se afirmó, y además la autopsia reveló que no tenía ningún impacto de bala en un pie como también se informaba en redes sociales, aunque la autopsia señala como causa de la muerte “traumatismo craneoencefálico” lo que lleva a concluir que alguien le quitó la vida.

Ya no se trata de investigar el motivo de la detención, se trata de conocer a él o los homicidas.

Nuevamente el culpable de todas estas manifestaciones públicas es la ineficiencia del fiscal, sus Ministerios Públicos y agentes investigadores, ya que de inmediato debieron no solo iniciar las investigaciones, sino además detener a los policías y demás personal involucrado en los hechos y de inmediato ponerlos a disposición del Juez de Control.

No es posible que después de un mes del homicidio, ocurrido el 5 de mayo pasado, aún no hubiera resultados. Tenemos que reconocer que la responsabilidad única de la muerte de Giovanni es de la Policía Municipal de Ixtlahuacán de los Membrillos.

Pero es igual de reprobable el uso político de esta tragedia para golpeteo. Desde la mañana previa a la marcha, en redes sociales se daban instrucciones a sus seguidores de algún partido político de que, no obstante de que el delito lo cometió la policía municipal, en las redes sociales se hiciera énfasis en que había sido la policía estatal y se hiciera viral los tags: #AlfaroAsesino y #JusticiaParaGiovanni, indicándoles que insistieran en el tema del cubrebocas ya que Alfaro lo había hecho obligatorio, medida autoritaria que provocó la muerte de Giovanni, además de que en los tweets se recordara la Revocación de Mandato.

Por la tarde una manifestación justa y decente, la convirtieron en un caos grupos de choque que deliberadamente causaron daños al mobiliario público y quema de unidades policiacas, pero lo más grave fue que cobardemente, y por la espalda, un manifestante rociara de algún líquido inflamable a un policía municipal de Guadalajara y le prendiera fuego.

El culpable y quienes lo infiltraron deben ser acusados de homicidio en grado de tentativa al ser una agresión personal y directa. Además, se buscó a todas luces que la policía reprimiera la marcha para culpar a Alfaro de represor.

Espero que algún Partido Político no convierta a nuestro Estado en un río de sangre para desprestigiar al gobernador.