Por Balvanero Balderrama García balvanero@gmail.com / @Balvanero.B

Con voz rápida, casi inaudible, al final de la propaganda política-electoral, se indica, como si esto fuera posible, una advertencia surrealista: este comercial va dirigido a simpatizantes de tal o cual partido político.

Una burla más al espíritu de la ley. Sacarle la vuelta a la indicación de las pre-campañas internas, solamente para sus afiliados, a quienes aportan cuotas, por canales internos. Utilizar medios masivos de comunicación es no entender y el árbitro electoral, no atender.

Pero, me pregunto ¿Quiénes hacen las leyes? Diputadas, diputados, senadores, senadoras; congresos locales y nacionales, que responden a las directrices de sus partidos, no a las de la ciudadanía. Bueno, una acotación, a las directrices de su partido en ese momento histórico y coyuntural, porque semanas o meses después, el partido puede ser otro, o declararse sin partido. Historias abundan, más las que se sumen en los días porvenir.

Habría que tener mucha madurez cívica, corresponsabilidad con las y los votantes, compromiso con México para llegar a las curules y legislar para todas y todos. Otra sería nuestra realidad.

Las audiencias, en este sentido, tenemos que empezar a recetarnos, desde hace unas semanas, virtudes y desgracias -depende de la estrategia, del marketing político- de quienes aspiran a algún puesto de elección popular.

Si hay un nulo apego al espíritu de la ley -se hace porque se puede y se les permite-, mucho menos habrá el interés por las audiencias, por la ciudadanía o por la sociedad. Cada tres años esta es la historia. En esta ocasión también se renueva el Ejecutivo nacional y ahí otro interés.

En este país, en el 2020, el INEGI reportó para el país 96.1 millones de personas de 14 años y más (lo contabilizo de 14 porque en el 2024 tendrán 18 y estarán en posibilidades de votar); de ese universo, el 48.2% eran hombres y el 51.8 por ciento mujeres. Ese es el objetivo, el objeto del deseo electoral.

Cada entidad, distritos locales o federales, así como los municipios, tienen un peso electoral ponderado, no solo por la cantidad de votantes, sino por otros aspectos como el económico, por ejemplo.

Los tiempos en los medios públicos y privados son un derecho de los partidos, coaliciones y quienes logren alguna candidatura independiente.
Lo que se señala es la famosa voz “en off” que indica que eso que dijeron y escuché no es para mí; o las letras micros que se colocan al final de espectaculares que también indica que ese rostro, slogan y siglas partidistas no están dirigidas a mí.

Es un derecho informarnos de quienes son las y los aspirantes a los cargos de elección popular, pero no durante las campañas internas, ni en las precampañas, todo a su debido tiempo y en su justo momento. Además, con esa suma de partidos, micros, chicos, medianos y grandes, cada uno utiliza el tiempo del Estado promocionando para todas y todos lo que está (debería estar) dirigido solamente para sus afiliados y simpatizantes, muchos o pocos, pero únicamente para ellas y ellos.

Por audiencias críticas, empoderadas y que se apropien de sus medios.

Felices fiestas

Necesitamos paz, necesitamos amor, necesitamos fraternidad. Todo eso, además de unión, solidaridad y empatía deseo para ti y tu familia en estas fiestas de fin de año. Recuerda que hay muchas personas que nada tienen para celebrar, si puedes, ayuda.
Nos leemos en el porvenir 2024, hagamos que sea mejor que este que concluye. Abrazo con afecto.