SOCIALIZANDO DATOS / Confianza y solidez

Por Balvanero Balderrama García

Hay cosas e instituciones que responden a sus propios fines y objetivos. Destinarlos para otras acciones atenta contra sus propias funciones y, muy posiblemente, los resultados no serán los esperados. Sería un despropósito.

No es que una taza no pueda funcionar para tomarse una sopa, pero es mucho mejor en un plato con las características propias para ello. Disculpen lo burdo del ejemplo.

Hace unos días, a nivel nacional, se propuso que el INEGI realizara funciones de medición de la riqueza y se le facultara para obtener datos de índole fiscal.

Lo anterior, levantó una serie de comentarios desestimando tal pretensión. Los tonos fueron variados, así como sus alcances e intenciones.

La institución responsable de obtener y compartir la información estadística y geográfica de interés nacional, tiene un marco legal sólido –hace 12 años se publicó la Ley de Información Estadística y Geográfica, abril 2018-, que fortalecido con su estatus de organismo autónomo, le permite establecer, en conjunto con diversas instituciones públicas, privadas y sociales, los mecanismos necesarios para obtener-difundir-preservar información de calidad, pertinente, veraz y oportuna.

El INEGI viene realizando funciones desde el 25 de enero de 1983; en ese tiempo ha buscado obtener la confianza de quienes son informantes, tanto en los hogares como en unidades económicas y diversas instituciones.

Hay un reconocimiento a la labor que realiza el Instituto, y, también, han sido públicos los desencuentros y explicaciones que se han tenido respecto a cuestiones metodológicas o de cifras.

Al país le conviene, necesita, una institución en la que se pueda confiar; autónoma y transparente, que proporcione información tan vital como las estadísticas y la geografía. En ello estriba la obtención de datos confiables.

Quienes ahora brindan sus datos, al paso de unos meses son usuarios de la información generada.

En esa dinámica, no es conveniente que se le quieran atribuir funciones que demeritan la confianza en el INEGI; máxime, habiendo ya instituciones que pueden obtener –y obtienen- la información que se pretende entren a su órbita de competencia.

En algo que es importante para la generación de estadísticas en el país, y en el contexto de la emergencia sanitaria por el COVID-19, el INEGI, está levantando información del Censo2020 y de algunas encuestas mediante entrevista telefónica o por internet. Si recibe la invitación, no dude en participar.

balvanero@gmail.com / @Balvanero.B