SALUD: HACER CAMINO AL ANDAR

TAREA PUBLICA
(Desproteger  a los mexicanos en su salud, es un fracaso  respecto a una obligación ineludible del Estado).  
Por: Carlos OROZCO GALEANA

Recién, el director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo, aseguró en Colima que con la incorporación del modelo IMSS-Bienestar en Nayarit y Colima, se incrementó la productividad en consultas de Medicina Familiar, de Especialidad, cirugías y detección de diabetes en las unidades de Primer nivel y hospitales  y que luego este modelo se extenderá a otras entidades.

Robledo dijo que en el caso de Colima en un comparativo de dos meses, de julio antes de IMSS-Bienestar, a agosto ya con ese modelo, las consultas de medicina familiar pasaron de 259 a 2 mil 91; las atenciones de especialidad aumentaron de 4 mil 387 a 6 mil 502, con un incremento del 48 por ciento, y las cirugías pasaron de 389 a 748, esto es un 92 por ciento más. Además, la aplicación de pruebas de detección de diabetes pasó de 30 a 642, que significa una productividad del 6 mil 703 por ciento; en pruebas de cáncer cervicouterino (Papanicolaou) pasaron de 9 a 88 aplicaciones.

Hasta aquí, cifras oficiales de acciones de recuperación en el sector salud. Llama la atención, por el cúmulo de ellas, todo lo que no se hacía hasta antes de implementarse el modelo Imss / Bienestar, o ¿qué es lo que ocurría?. Como lo reconoce Zoe Robledo, los mexicanos han visto mermada su economía porque han dedicado gastos empleados habitualmente en comer y darle educación de los hijos a consultas con médicos o clínicas privados o pagar pequeñas operaciones quirúrgicas. Estas últimas les han obligado a dejar parte o todo su patrimonio en esas instalaciones.  Reitero: gracias a las farmacias y consultorios del doctor Simi y los expendios de genéricos intercambiables es que el gobierno  se ha ayudado a  salvaguardar la salud de millones de mexicanos y  se ha salvado de una presión social mayor.

En todo México, el sistema sanitario ha presentado una situación y una evolución muy complicada desde el inicio del presente régimen por la desaparición  de sistemas de atención que, con todo y que había corrupción, funcionaban. Al cerrarlas de un plumazo, se dejó en  desprotección  a millones de mexicanos que no sabían – y muchos no saben aún – a donde acudir a recibir  atención médica y hospitalaria. La concentración federal en la compra de medicamentos para evitar corrupción, entorpeció la creación de programas nuevos en la atención.

Los datos de Zoé Robledo van en la dirección de una recuperación paulatina si es que, como él dice, tienden a normalizarse las compras de medicamentos, las carencias  de equipo y la falta de infraestructura y de personal de enfermería y de médicos generales y especializados, algo que está por verse.

Eso implica programar a tiempo recursos y gastarlos correctamente y a tiempo porque la inversión en salud es lo mejor que puede hacer un gobierno. Que no le tiemble la mano a éste al capitalizar a un sector que demanda  inversiones en rubros múltiples.

 

El Imss  ha sido históricamente  una institución de vanguardia, pero los últimos años ha extendido su atención a sectores que antaño no consideraba, ampliando la cobertura regional en sus hospitales.   Al formar parte del sector salud, se presenta hoy como una alternativa que debe ser valorada porque ha de ser dotado de los recursos financieros necesarios si es que pretende situarse a la vanguardia médica, hospitalaria y en materia de prestaciones sociales.

 

El gobierno actual debe dejar  atrás las quejas contra el anterior y dedicarse con buena organización, con efectividad, con planes y programas viables, a restaurar un sistema de salud que tiene rasgos de deterioro  y es todo un reto.

Recordemos que en julio pasado, el presidente Amlo se sinceró y admitió que el sector salud estaba en condiciones deprimentes, pero que su gobierno garantizaría, antes de su finalización, el derecho a la salud y que  “en todos los centros de salud, unidades médicas rurales, en los hospitales, habría  médicos generales y  especialistas y que no faltarían  medicinas, que serían entregadas gratuitamente”.

 

Refirió también que cuando llegó a la presidencia, en diciembre de 2018, su objetivo era «levantar” el sistema de salud y convertirlo algo así como el de Dinamarca ( este es  gratuito y efectivo, funciona al cien y sin corrupción), sin embargo, argumentó que esto no fue posible debido a que en febrero de 2020 llegó la pandemia del coronavirus.

 

Al margen de estas afirmaciones que requerirán comprobarse pronto, urge recuperar los niveles de eficacia en la atención sanitaria, una prerrogativa que todos los mexicanos tienen  por el hecho de serlo. Sígase haciendo camino al andar, no se vale condenar  al sufrimiento de ningún mexicano por no gozar de una salud integral.  Desproteger  a los mexicanos en su salud, equivale a un fracaso  absoluto en lo que es una obligación ineludible del Estado.