La disputa por ocho islas con siete kilómetros cuadrados de extensión entre China y Japón, comenzó a generar señales de alerta comercial en la región asiática, pues se da en un momento de debilidad económica, advirtieron analistas
El cierre temporal de fábricas japonesas asentadas en China podría afectar la cadena de abastecimiento regional y llegar hasta Australia, advirtió Mark Thirlwell, director de economía internacional del Lowy Institute
Además, el conflicto expone la fragilidad del modelo fabril que se sigue en el este de Asia, y que ha apoyado el éxito económico de la región en las últimas dos décadas, precisó en entrevista con el diario The Sydney Morning Herald
Explicó que ese modelo consiste en la creación de la «fábrica asiática», donde cadenas de producción se han esparcido por toda el área con diferentes partes del proceso de manufactura en cada país, y gracias a la tranquilidad política de la región
Ahora que se ven fábricas parando por razones de seguridad o acciones de boicot, se genera un gran riesgo al modelo de la «fábrica asiática», dijo en referencia a la detención de actividades de factorías japonesas en China por el conflicto territorial
Advirtió que el impacto potencial de este conflicto sobre el comercio global podría equipararse al que generó el terremoto y tsunami de marzo de 2010 en Japón, que afectó la producción japonesa de partes automotrices y de computadora, con repercusiones mundiales
Si se piensa en la forma en que vemos el mundo hoy en día, es cada vez más difícil separar los riesgos políticos de los económicos, agregó por último Thirwell. {jathumbnail off}
