Pide el gobernador de Chihuahua cadena perpetua para asesinos múltiples

Un fideicomiso de 100 millones de pesos para la atención de hijos y familiares de las victimas de la violencia en Ciudad Juárez y una iniciativa para aplicar cadena perpetua a quienes cometan homicidios múltiples, secuestros y extorsiones fueron algunos de los compromisos asumidos por César Horacio Duarte Jáquez, gobernador de Chihuahua.

El gobernador, quien tomó protesta este lunes en una ceremonia celebrada en la Plaza Mayor a la que asistieron miles de chihuahuenses, manifestó, «estoy seguro que vamos a recuperar la paz y la tranquilidad en todo el estado».

Al acto asistieron miembros del nuevo gobierno así como la presidenta del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Beatriz Paredes Rangel; el presidente del Senado, Manlio Fabio Beltrones Rivera; el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto; además de los ex gobernadores José Reyes Baeza, Patricio Martínez y Fernando Baeza Meléndez, entre otros invitados.

Duarte, originario de Parral, se comprometió a que en menos de un año estará funcionando al 100% la Policía Única, y que durante esta semana enviará al Congreso local la iniciativa para que homicidas múltiples, extorsionadores y secuestradores reciban sentencias de por vida en prisión.

El PAN en el Congreso de Chihuahua cuestionó al gobierno del priista José Reyes Baeza Terrazas, que este lunes terminó su mandato, porque deja sumido a Chihuahua en la peor crisis de inseguridad y también con la deuda más grande de la historia, al acumular 10,000 millones de pesos, de los cuales, dijeron, 6,000 son de deuda directa.

El diputado panista Miguel Jurado aseveró: «aunque está bien calificado el estado ante las instituciones bancarias para solventar el pago de intereses, deja al próximo gobernador en un estado de indefensión».

Cruz Pérez Cuellar, dirigente estatal del PAN, coincide en que el gran pendiente que deja de Reyes Baeza es la inseguridad que alcanzo índices jamás vistos en el estado.

Con relación al discurso de Duarte, señaló «es un mensaje esperanzador, todos los que queremos a Chihuahua debemos de ser optimistas y apostarle a que las cosas van a cambiar para bien de los ciudadanos».

Este domingo muy temprano, Duarte llegó a la catedral de la capital del estado acompañado de su esposa e hijos. Ahí lo esperaba el arzobispo de Chihuahua, Miranda Weckman, quien después de la misa le dio la bendición y le pidió trabajar en aras de la tranquilidad de los chihuahuenses y construir un estado más fuerte.

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