Colima.- Las empanadas, singular pan relleno de crema de leche, coco, camote, fresa, piña y otras frutas, son toda una tradición en el municipio Villa de Álvarez, y más el día 4 de octubre, cuando se celebra a su santo patrono: San Francisco de Asís.
Durante los días que tiene lugar las celebración religiosa, del 26 de septiembre al 4 de octubre, que es el día marcado como principal, se instalan decenas de puestos de empanadas en el Jardín de ‘La Villa’, y es común pedirlas a amigos y familiares con la frase: ¡padrino, mis empanadas!
Estudios históricos señalan que la tradición de las empanadas se remonta a la llegada de los frailes franciscanos a estas tierras, con motivo de la evangelización, y es por eso que se enmarca dentro de las festividades a San Francisco de Asís.
Sobre la frase, se dice que desde la época de la conquista, los franciscanos regalaban empanadas a quienes se las pedían de esa manera.
Otros dicen que en un bautizo cuando los niños pedían el tradicional ‘bolo’ al padrino, este no traía monedas y lo que les dio fue empanadas.
Una de las versiones que se manejan, sobre la relación entre el Santo Francisco y las empanadas, es que una amiga de él le preparaba este pan con ‘comidita’ adentro, antes de que saliera de viaje.
El Ayuntamiento de Villa de Álvarez tiene un registro de 35 panaderos-pasteleros que son fabricantes de empanadas, y que para estas fechas pueden llegar a preparar hasta 10 mil empanadas por día.
Sea cual sea el motivo, para propios y extraños, la fiesta franciscana conocida como el ‘Día de la empanada’, es motivo de unión y celebración con más de 400 años de historia para los habitantes de ‘la Villa’ y para todos los colimenses.
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