El eEército rompió su silencio con un lacónico comunicado del Estado Mayor. «Los acontecimientos de ayer (jueves) se deben a que hemos descubierto la existencia de un «acuerdo militar secreto», firmado por el primer ministro Carlos Gomes Junior y por el presidente interino Raimundo Pereira, el gobierno de Guinea Bissau y el de Angola», indica el texto.
«Este acuerdo quiere legitimizar la presencia de tropas extranjeras, en concreto la misión militar angoleña (Missang) en Guinea Bissau, con el fin de proteger al gobierno en caso de crisis», añade el ejército.
Presente desde 2011, la misión militar angoleña es fuente de discordia entre el gobierno y el ejército de Guinea Bissau, los militares sospechan a las autoridades de disimular el refuerzo de esta misión de los últimos meses para tener una fuerza disponible en caso de disturbios.
Los golpistas en Guinea Bissau anunciaron el viernes en la noche que habían «depuesto» al jefe del estado mayor, general Antonio Indjai, así como al presidente interino y al primer ministro, detenidos el jueves.
«El ejército confirma que ha depuesto al presidente interino Raimundo Pereira, al primer ministro Carlos Gomes Junior y al jefe del estado mayor, general Antonio Indjai. Los tres están sanos y salvos y se encuentran bajo el control del ejército», según un comunicado del «comando militar» creado después del golpe de Estado del jueves.
Estados Unidos pidió el retorno de un poder civil y tanto la Unión Africana (UA) como la Comunidad Económica de Estados de África del Oeste (CEDEAO) condenaron el golpe en este país muy inestable, donde los rumores de golpe se hacían insistentes desde hacía días, a medida que se acercaba la segunda vuelta de las presidenciales del 29 de abril.
Raimundo Pereira «fue detenido el jueves por la noche en su residencia por un grupo de militares» en Bissau y «llevado hacia un destino desconocido», indicó a la AFP un miembro de su guardia cercana.
«Los militares vinieron, llamaron a la puerta y se identificaron. El presidente Pereira salió para abrir el portal. Le dijeron que vinieron a buscarle, el presidente no opuso resistencia», añadió la fuente.
Carlos Gomes Junior también «fue detenido ayer (jueves) por militares. Luego le llevaron en una camioneta que arrancó con destino desconocido», declaró a la AFP su esposa, Salomé Gomes, que vino a la residencia de la pareja para recuperar sus cosas.
Carlos Gomes Junior fue «conducido a la base de San Vicente», a 45 km al norte de Bissau, se supo de fuentes militares y diplomáticas.
Varios responsables políticos fueron detenidos el jueves por la noche y llevados a la sede del Estado Mayor, según una fuente militar. Otros están siendo «activamente buscados», añadió.
Los soldados estaban desplegados a través de la ciudad y patrullaban a pie o en vehículos.
«Los militares están en todas partes y prohíben algunos accesos», afirmó a la AFP una fuente diplomática en Bissau.
La radio pública, cortada desde el jueves en la noche, comenzó a emitir de nuevo, difundiendo únicamente música y comunicados lacónicos difundidos por «un comando militar» sin nombre ni rostro, pero basado en el Estado mayor.
El «comando» asegura no tener «ninguna ambición por el poder» y propuso «un gobierno de unión nacional» durante una reunión con los partidos políticos, pero se atribuyó de oficio los ministerios de Defensa y de Interior y decretó un toque de queda entre las 21H00 y las 06H00 (locales y GMT).
El viernes hacia las 07H00 (locales y GMT), un centenar de jóvenes salieron a manifestarse en «solidaridad» por Gomes, pero fueron dispersados por los militares.
Portugal, ex potencia colonial, condenó «con vehemencia» el golpe y defendió la misión angoleña como «un factor de seguridad y no de inestabilidad».
La presidencia angoleña de la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP) amenazó incluso con llevar este caso ante la Corte Penal Internacional.
Los países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU condenaron el golpe de Estado en Guinea Bissau y reclamaron el regreso del gobierno civil, indicó la embajadora estadounidense ante Naciones Unidas, Susan Rice.
Por su parte Estados Unidos exhortó a «todas las partes a depositar las armas y restaurar el liderazgo legítimo de los civiles», declaró la embajada en Dakar. Portugal, ex potencia colonial, también llamó a «al respecto de la legalidad».
La presidente de la comisión de la UA, Jean Ping, condenó en un comunicado la «inadmisible» intentona y advirtió que la organización «no aceptará ninguna toma de poder por vías anticonstitucionales» y la CEDEAO condenó «formalmente y con vigor» el golpe.
Con información de AFP
