No hay dinero: Carlos Urzúa

A propósito

Por: Fernando MORENO PEÑA

Las crisis que padece nuestro país, la sanitaria, la económica y la de inseguridad, se agravaron con el incremento de contagios y las medidas de confinamiento que paralizaron parte importante de la economía, pero en los temas de salud, economía y seguridad, ya estábamos muy mal antes del inicio de la pandemia; así lo acreditan las renuncias del Director General del IMSS, Germán Martínez, y la del Secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, que anticiparon las crisis que padecemos en salud y economía.

El pasado 2 de julio, el periódico español El País, publicó una entrevista al Exsecretario de Hacienda, Carlos Urzúa, que, por su interés, comparto con ustedes algunas partes que, me parece, revelan por qué nuestra economía no crece y va en picada.

No hay dinero.

El periódico El País pregunta al exsecretario, cómo definiría el estado de la economía de México.

“Yo diría que es malo. Ya veníamos enfrentando problemas desde el año pasado y la crisis de la covid nos hundió y nos mandó por una espiral hacia abajo; ya se veía venir desde antes. El problema principal, seas el Gobierno federal o los estatales, es que no tienen dinero. La recaudación tributaria es ahorita del orden del 14% del PIB, es demasiado poco dinero para la magnitud de los problemas que enfrentas. La gran mayoría de los países en Latinoamérica tienen al menos una recaudación tributaria del 20% del PIB. Ahora simplemente no hay dinero, esa es la primera cosa”.

“La segunda, es que si quieres crecer como país debes tener al menos una inversión del orden del 25%. Era de 22,4% en 2018, 3,3% era inversión pública, 19,1% era inversión privada, tanto nacional como extranjera. Para 2019 acabó siendo 20,2% del PIB. Porque la inversión pública cayó, a 2.8% porque ya no hay dinero; y la inversión privada también cayó a 17.9%, por falta de confianza, en el Gobierno federal”.

Efectivamente, el presidente AMLO siempre dijo que en su gobierno habría mucha inversión, porque el gobierno no se iba a robar el dinero y la corrupción representaba, aproximadamente, 500 mil millones de pesos, los cuales iban a ser destinados a la inversión pública y así se podría detonar la inversión privada. Pero se equivocó AMLO y no encontró los 500 mil millones.

Carlos Urzúa dice: “En México, la gente y las empresas no están acostumbradas a pagar muchos impuestos. AMLO se comprometió a no más impuestos creo que no lo debía haber dicho, pero lo dice y lo repite todo el tiempo. Una de las razones por las que lo hizo fue obviamente para ganar votos”. AMLO se entrampo y se ató las manos al no tener nuevos ingresos.

Los riesgos que el exsecretario ve en la economía son la falta de dinero y el tema de las pensiones considerando éste “como una bomba de tiempo que va a estallar”.

La falta de dinero advierte Carlos Urzúa, va a llevar al gobierno a un enfrentamiento con los gobiernos estatales, porque la mayoría de los ingresos de los Estados provienen de las participaciones de los Estados y éstas son en base a lo que recaudas y ante la caída de la economía, al haber menos consumo, recaudas menos y la falta de dinero agudiza el problema entre los Estados y la federación. Los 60 mil millones de pesos del fondo de estabilización de los ingresos estatales no durará más de 5 meses y el fondo de 150 mil millones para estabilizar los ingresos federales no servirá de mucho, afirma el exsecretario.

A pregunta de cuáles son las medidas más urgentes que se deben adoptar, expresó que el gobierno federal parece que no tiene conocimiento de la economía y que, además, carece de solidaridad social: “Yo creo que el Gobierno mexicano ha mostrado una frialdad que pocos Gobiernos podrían haber mostrado con lo que está pasando. El gasto que tiene dedicado el Gobierno a paliar este problema es cualquier cosita, básicamente nulo. Estamos castigando la formalidad en México y ahora, a los empresarios y a los trabajadores, seguimos insistiendo en que deben estar cotizando en la seguridad social cuando no tienen dinero, cuando muchos de ellos no tienen capital de trabajo, están mermando su propia riqueza, la poca que van a tener en el futuro, y posiblemente pongan en riesgo incluso su situación de servicios médicos cuando estén viejos. Esencialmente, debió haberse subsidiado el empleo formal, al menos pagando el Gobierno las contribuciones del trabajador y del empresario hasta, digamos, cinco salarios mínimos y también, me parece a mí, ayudando un poco a esta gente que está acudiendo a sus afores, y en este momento, dando eso que está retirando, devolviéndolo o al menos cambiando la ley para que no se necesiten tener 1.250 semanas para poder tener servicios médicos cuando estés viejo”.

Otros de los problemas es que el presidente AMLO a diario declara: “No, es que no quiero aumentar mi deuda. La deuda la vas a tener que aumentar, para empezar, porque vas a tener que cubrir huecos, pero para terminar no es un asunto nada más del déficit, es un asunto de cuánto es tu deuda respecto a tu PIB y tu PIB va a caer de forma extraordinaria”.

Además, advierte: “Las tasas de las hipotecas todavía están muy altas. La gente está estrangulada. Las empresas van a tener problemas muy graves y esto es quizá otro asunto que yo diría que me preocupa mucho”.

A la pregunta de cómo interpretan la decisión de AMLO de no endeudarse ¿qué consecuencias puede tener?

“El estilo personal de gobernar del presidente es muy autoritario y él, en particular, creo que tiene menos interés en escuchar a economistas que saben. Creo que es un poco por ignorancia, con todo respeto para el presidente, él no tiene por qué saber mucho de economía, la verdad. Creo que es porque fue una de sus banderas. Tenía varias banderas económicas. La primera era no alzar impuestos y la segunda: “No se apuren, todos estos déficits y deuda que hemos tenido es simplemente porque hay una corrupción dentro del Gobierno federal, porque se dan unos lujos que nosotros no vamos a tener”.

Sobre el enfrentamiento con el sector privado, Carlos Urzúa afirma que ese es el problema de la falta de inversión privada, por la falta de confianza por parte del sector privado: “Tenía una gran esperanza en que pudiera ser un buen Gobierno y por eso acepté integrarme de nuevo a su equipo. Todo cambia es en esta decisión que toma de detener el aeropuerto de Texcoco. Creo que esa fue una idea errónea. Nosotros se lo decíamos, yo se lo decía, otros se lo decíamos dentro del Gabinete, otros dentro del gabinete decían lo contrario, pero era una decisión me parece a mí extraordinariamente costosa, ya tenías ahí adentro, un costo hundido de más de 100.000 millones de pesos. Segundo, del impacto que tendría sobre las empresas constructoras, muchas de ellas mexicanas, por cierto, muy pocas extranjeras, para las que ese era su gran proyecto para los siguientes dos o tres años. Pero aparte, el impacto que iba a tener sobre la inversión privada, sobre los inversionistas nacionales. Es algo que yo creo que nunca se debió haber hecho. Fue la peor decisión de todas”.

A eso hay que agregar, dice el exsecretario, su discurso polarizante contra los empresarios: “tan maniqueo, que simplemente no le ayuda a un presidente en ningún lado, ni siquiera a Trump en Estados Unidos”.

Otro tema es el desprecio por la energía limpia, afirma que en el gobierno sobre autosuficiencia energética: “Hay una ignorancia absoluta, en el tema de los gasoductos es cuando empecé a sentirme incomodo en el gobierno y AMLO me dijo no te metas, se impuso Manuel Bartlett, que al igual que AMLO que fue priista cuando era joven, un priista setentero que tenía las ideas de Echeverría y López Portillo”.

¿La economía mexicana no es neoliberal?

“Yo diría que él usa la palabra ‘neoliberal’ como un insulto. Es decir, en lugar de decir ‘pendejo’ o ‘chinga tu madre’, dice ‘neoliberal’ porque él generalmente no dice malas palabras. Creo que es absurda la manera en cómo él y cómo Morena, en general, emplean el término. La economía mexicana es muy neoliberal. De hecho, nosotros somos una economía extraordinariamente abierta para estándares internacionales y dependemos totalmente del comercio exterior. Nuestra suerte está echada desde 1994 y si el T-MEC no florece como yo espero que florezca, pues a ver qué sucede con México. Entonces, la economía mexicana es totalmente neoliberal. Lo único que no es neoliberal, probablemente sea esta intervención en el sector de energía. Y ya”.

Como se puede constatar, la entrevista tiene comentarios demoledores contra el gobierno de la 4T y, fundamentalmente, contra el propio AMLO.