La Eterna Ilusión de la Liberación

APUNTES PARA EL FUTURO
Por: Essaú LOPVI

Desde los albores de la historia de México, se ha tejido un patrón que parece repetirse incansablemente a lo largo de los siglos: la promesa de liberación y transformación por parte de diferentes grupos, seguida de una decepcionante vuelta al sometimiento y la opresión.

Desde la época de la Conquista hasta nuestros días, los ciclos de esperanza y desencanto se han convertido en parte inherente del relato mexicano.

La primera muestra de este patrón histórico tuvo lugar durante la llegada de los conquistadores españoles en el siglo XVI. Bajo la apariencia de liberar a los indígenas del yugo azteca y ofrecerles una vida mejor, los españoles establecieron su dominio y sometieron a las poblaciones nativas a un sistema opresivo y explotador. Lo que inicialmente se presentó como una liberación se convirtió en una nueva forma de esclavitud.

Este mismo ciclo se repitió siglos después con el movimiento independentista, cuando los líderes mexicanos prometieron liberar al país del dominio español. La guerra de independencia logró alcanzar su objetivo en 1821, pero las esperanzas de libertad y prosperidad pronto se desvanecieron cuando una nueva clase política emergió y terminó dividiendo y vendiendo parte del territorio nacional.

La Revolución Mexicana, que estalló en 1910, no fue diferente en cuanto a las promesas de liberación. En su lucha por derrocar la dictadura porfirista, los revolucionarios alentaron a las masas a unirse para conseguir un México más justo y equitativo. Sin embargo, una vez que se alcanzó la victoria, surgieron luchas internas y la consolidación de un régimen que no siempre cumplió con las expectativas de la población.

En tiempos más recientes, el ciclo de la promesa de liberación y la decepción se ha repetido nuevamente. Con la llegada de Morena al poder, las expectativas de un cambio profundo y positivo se elevaron a niveles sin precedentes. Sin embargo, los años han pasado, y el partido se ha visto envuelto en controversias y decisiones que muchos consideran contradictorias con su discurso inicial.

Este patrón histórico parece apuntar a una paradoja cultural en la que, por un lado, los mexicanos anhelan la liberación del yugo opresivo, pero por otro, existe una predisposición a confiar en líderes y movimientos que prometen transformación sin tener en cuenta las lecciones del pasado.

Esto no significa que los esfuerzos de liberación sean intrínsecamente condenados al fracaso, sino que la historia nos invita a ser más cautelosos y críticos en nuestras expectativas y elecciones políticas.

En última instancia, el camino hacia la verdadera liberación y transformación en México puede requerir una mayor participación ciudadana, educación política y una evaluación profunda de los líderes y movimientos que prometen el cambio. Aprender de la historia y mantener un espíritu vigilante en busca de una verdadera transformación podría allanar el camino hacia un futuro más prometedor para México y su pueblo.

La liberación anhelada podría estar al alcance de la mano, siempre y cuando no se caiga nuevamente en la trampa de la decepción y el sometimiento.

Sin embargo, con el paso del tiempo, algunas decisiones y políticas del gobierno de Morena han generado polémica y desencanto en la población. Las críticas incluyen acusaciones de falta de transparencia, retrocesos en el estado de derecho y problemas económicos que afectan al país.

En conclusión, la historia de México está marcada por una secuencia repetitiva de promesas de liberación y transformación que, en muchos casos, terminan en una vuelta al sometimiento y la decepción.

Esta eterna ilusión de la liberación nos enseña la importancia de ser críticos y aprender de la historia para evitar caer en ciclos políticos y sociales que no conducen a la verdadera libertad y progreso del país. La liberación deseada podría estar al alcance, pero para lograrla, es necesario superar las trampas del pasado y fomentar una ciudadanía consciente y activa que guíe a México hacia un futuro más prometedor.