El PRD y PT tomaron ayer la tribuna de la Cámara de Diputados para impedir, con éxito, la votación del dictamen que bautizaron como “Ley Simi”, que busca distribuir vales canjeables de medicina en farmacias particulares, cuando el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) no pueda surtir las recetas por razones de desabasto.
El presidente del órgano legislativo, Jorge Carlos Ramírez Marín, del PRI, a quien los perredistas Leticia Quezada y Agustín Guerrero materialmente arrebataron el micrófono para provocar el caos en la sesión, tuvo que decretar la suspensión de la plenaria al percatarse de que PRI y PVEM no daban el quórum necesario para garantizar la votación del dictamen.
Y es que cabe destacar que esa iniciativa corresponde a una de las principales promesas de campaña del Partido Verde, y su aliado, el PRI, ofreció su voto como parte de la coalición por los compromisos conjuntos.
Por esa razón, pero además por considerar que le falta sustento presupuestal a la iniciativa, la bancada panista que encabeza Josefina Vázquez Mota resolvió no otorgar, con la asistencia de una buena parte de sus diputados, el quórum legal para impedir la suspensión de la sesión plenaria.
Posteriormente, en conferencia de prensa, el coordinador de la bancada priista, Francisco Rojas Gutiérrez, calificó de “irresponsabilidad social” de aquellos partidos el evitar que los derechohabientes tengan el abasto suficiente, oportuno y necesario para curar sus enfermedades.
“Es inadmisible que se trate de imponer los puntos de vista de este grupo de diputados del PRD, en forma violenta, tomando la tribuna. Lo que no se puede defender con argumentos lo defienden con violencia”, advirtió.
Su homólogo en el PT, Pedro Vázquez González, por separado, sostuvo que “con la ‘Ley Simi’ los únicos beneficiados serán las empresas privadas, y esta legislación es parte del proceso de privatización silenciosa de la seguridad social en el país”.
Mientras se desarrollaba el debate, los diputados opositores, encabezados por el coordinador perredista, Alejandro Encinas, tomaron la tribuna y desplegaron pancartas con la leyenda: “No a la Ley Simi’’.
Veinte 20 minutos después, convertida ya en un caos la plenaria y evidentemente sin el quórum legal para continuarla, el presidente Ramírez Marín decretó la respectiva suspensión y luego, ya más calmado, explicó que el martes entrante la sesión arrancará en el mismo punto en que ayer concluyó, es decir, en la votación de ese dictamen.
Bajo consignas de que “la izquierda unida jamás será vencida”, el PRD y PT argumentaban que el dictamen no estaba firmado en su totalidad ni tampoco consensuado.
El documento propone implementar la autorización de vales de medicina que habrán de ser otorgados a los derechohabientes, para el caso en que éstos se enfrenten al problema de desabasto de las medicinas requeridas para sus tratamientos en las farmacias del instituto.
Dichos vales de medicina podrán ser intercambiados en farmacias particulares para que los beneficiarios puedan adquirir los medicamentos que no consiguen en el Seguro Social, establece.
