FCH ata el futuro del país a una eficaz administración de los reclusorios federales

El sistema penitenciario en México refleja saturación en los reclusorios, delincuencia al interior de éstos, vínculos con delincuentes del exterior y distribución y consumo de drogas, además de insuficiencia en la seguridad interna y perimetral de las instalaciones.

 

También existen inconsistencias en los sistemas de control de accesos y dispersión de métodos y técnicas en el tratamiento de los reclusos, según el diagnóstico que el Ejecutivo federal plasmó en su iniciativa para expedir la Ley Federal del Sistema Penitenciario y de Ejecución de Sanciones.

“Resulta indispensable combatir la corrupción al interior de los centros penitenciarios federales y locales para terminar con los privilegios que disfrutan algunos de los reclusos y que son en perjuicio de la sociedad”, señala la iniciativa que el presidente Felipe Calderón envió a la Cámara de Diputados el pasado jueves.

Para ello, asegura, “es necesario reforzar la vigilancia para detectar y eliminar los mecanismos mediante los cuales los criminales operan sus redes delincuenciales desde el interior de los penales, dentro de lo que se incluye la observación del comportamiento del personal encargado de la seguridad para castigar a quienes se corrompen y facilitan la operación delictiva intramuros”.

En la exposición de motivos de la iniciativa presidencial, se señala que a enero del presente año la sobrepoblación del Sistema Penitenciario Mexicano fue del 21.7 por ciento, lo que significa un déficit de 39 mil 501 espacios.

En enero pasado, añade el diagnóstico, se registraron 64 incidencias en el sistema penitenciario que involucran a 130 personas; dos auto agresiones, 19 muertes, dos huelgas de hambre, cuatro suicidios, un homicidio, 33 riñas y tres fugas.

Sostiene la iniciativa que el sistema penitenciario federal no registra sobrepoblación, aunque los llamados Ceferesos 1, 2, 3, 4 y 5 se encuentran a su máxima capacidad.

El número 1, “Altiplano”, anteriormente conocido como Almoloya, tiene una capacidad para 816 internos y ahora tiene 812; el número 2, “Occidente”, capacidad para 836, tiene 834; el “Noreste”, para 724, tiene 725, el “Noroeste”, para mil 360, tiene mil 356, y el “Oriente”, con capacidad para 2 mil 538, cuenta con 2 mil 468 internos.

En una de las conclusiones más importantes, que derivan en la presentación de la iniciativa, se advierte que “de no actuar para ajustar la estructura de la administración penitenciaria para que funcione eficaz y eficientemente, se corre el riesgo de perder la lucha contra la delincuencia organizada, la seguridad pública, y el desarrollo político, económico y social del país”.

Frente a este panorama, el texto presidencial señala que es necesario modernizar los centros penitenciarios federales mediante su actualización tecnológica, su equipamiento e infraestructura, así como incrementar la participación de los internos sentenciados de todo el sistema penitenciario en programas de reinserción, y mantener programas permanentes de profesionalización de la administración penitenciaria del país.

Con información de Crónica.

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