ESTULTICIA

¿QUÉ VIENE?

SEAN OSMIN HAMUD RUIZ

El comercio entre México y Cuba vale aproximadamente 500 millones de dólares. Ese mismo dato con respecto a USA es de 661 mil millones.

No encontré un dato contundente de un monto de dinero que sea enviado en forma de remesas de Cuba a México. El más reciente registrado es el del año 2021 por un monto de 24 dólares que mandaron a nuestro país desde la isla. Un número algo diferente a los más de 51 mil millones de verdes que recibió la nación desde el vecino del norte.

En 2020 se tiene registro de que hay 1058 mexicanos residiendo en el país caribeño. Cifra que se pierde como una parte porcentual de los 12 millones de connacionales que residen en Estados Unidos.

Hay 599 aztecas estudiando en Cuba. En el gringo, poco menos de 17 mil.

Y podría seguir el baile de cifras comparativas que puedan revelar de una manera informada y objetiva la naturaleza de las relaciones de nuestro país con una y otra nación en cuestión. Los datos son contundentes.

Entonces, alejados de un tema ideológico o de afectos bohemios, el reconocimiento de la importancia estratégica y cotidiana, el impacto en la vida diaria y futura dentro de nuestra patria no requiere tamices doctrinales.

Puedo entender que, por origen y formación, el presidente López Obrador sienta más afecto por Díaz-Canet que por Biden. En lo que no puedo estar de acuerdo es en el reconocimiento que el Estado Mexicano le otorga a un personaje lo menos polémico y cuestionado en aspectos tan sensibles como el respeto a los derechos humanos de la población que dirige.

Diaz-Canet ha sido recibido 4 veces en México. Biden una sola. El dictador es condecorado con bombo y platillo, al demócrata se le regateó reconocer su victoria electoral.

No hay forma de que este acto no se califique como una ESTULTICIA.

MICROCUENTO

Volver siempre tiene sus “asegunes”. La ausencia produce ansiedad, inseguridad. Es entendible el miedo y la incertidumbre, pero los hábitos bien aprendidos son el sostén ideal para continuar. Que la resiliencia nos acompañe.

Malo que la estancia en cama haya durado casi 15 años.