Estambul conmemora a los muertos en el ataque a la Flotilla de la Libertad

Ningún grito de venganza. Miles de personas se han manifestado esta noche en la céntrica calle de Istiklar en Estambul, bajo el grito de «Alá es grande» y pidiendo el fin al bloqueo de Gaza. El motivo, el aniversario del ataque de Israel a la llamada Flotilla de la Libertad cuando intentaba hacer llegar ayuda humanitaria a la franja. Un ataque en el que murieron ocho activistas turcos y un ciudadano estadounidense de origen turco, que ahora son tratados como mártires por los que ayer se manifestaban en Estambul.

La cita era a las nueve de la noche en la calle Istiklar, donde se organizan la mayoría de las protestas. Puntuales, cientos de manifestantes esperaban desde una hora antes el inicio de la marcha, acompañados de activistas de la primera flotilla, así como algunos de los 1.500 aspirantes que viajarán en el próximo convoy humanitario el mes que viene. Entre ellos se encontraban Tunca y Kess Mittendorf, una pareja sexagenaria que este año formará parte de la segunda flotilla. «Llevamos 24 años luchando por la causa palestina, desde la segunda Intifada. ¿Crees qué tenemos miedo a las balas de los israelíes?», dice Tunca Mittendorf ataviada con el pañuelo palestino.

También estaban los activistas Manuel Tapial y Laura Arau, dos de los tres españoles que participaron el año pasado en el convoy, recién llegados de España para las conmemoraciones; y Aira Lee, cineasta y única pasajera a bordo del Mavi Mármara que fue capaz de burlar el registro israelí y mostrar imágenes del ataque. «Israel ha conseguido todo lo contrario a lo que quería: asustarnos, amedrentarnos. Nos ha vuelto más comprometidos con la justicia y de una forma universal. Este año tenemos 200.000 peticiones de todo el mundo para ir en la flotilla, lo que muestra que se ha convertido en un movimiento de solidaridad global», explica Lee, quien también estuvo presente en la rueda de prensa que la Coalición Internacional para la Flotilla de la Libertad II dio durante la mañana en los muelles de Estambul.

En ella, los organizadores aseguraron que seguirán adelante con el envío de un segundo convoy marítimo de ayuda humanitaria a pesar de la apertura del paso de Rafah este fin de semana. «A pesar de celebrar de todo corazón la decisión del Gobierno egipcio de abrir de forma regular el paso de Rafah entre Egipto y la franja ocupada de Gaza, el bloqueo ilegal de Israel continua vigente», afirmó la Coalición Internacional para la Flotilla de la Libertad II en un comunicado de prensa que se leyó en la cubierta del Mavi Mármara. La organización prometió que mientras siga el bloqueo, seguirá «retándolo».

Todavía se desconoce la fecha para la partida de la segunda flotilla. Sin embargo fuentes de la organización citadas por la agencia Efe señalan el día 25 de junio como la fecha en la que la nave capitana turca partirá de Estambul rumbo a Chipre. Alli el Mavi Mármara se reunirá con los 15 barcos que forman el convoy. Zarparán desde España -uno-, Francia, Italia, Grecia y Turquía para encontrarse en aguas chipriotas, desde donde seguirán rumbo al puerto de Gaza, bloqueado por las autoridades israelíes. A bordo viajarán ciudadanos de un centenar de países, según los organizadores, que han puesto mucho cuidado en resaltar el carácter «internacional, no gubernamental y pacífico» de la flotilla.

Sobre este último punto, la organización es positiva acerca de lo que pasará. «No creo que vuelvan a atacar, ahora la situación es muy diferente, no creo que cometan el mismo error», aseguró Huseyin Oruç, portavoz de IHH -organización islamista que fletó el Mavi Mármara-.

Nadie quiere más mártires. Ni Estados Unidos, que vería las relaciones entre sus dos aliados en Oriente Próximo -Israel y Turquía- empeorar aún más, ni el Gobierno turco, cuyo ministro de Asuntos Exteriores, Ahmet Davutoglu, ha hecho varios llamamientos a las autoridades israelíes a lo largo de las últimas semanas para que eviten un nuevo derramamiento de sangre. «No puede haber paz en Oriente Próximo si Israel sigue siendo visto como un país privilegiado por encima de las leyes internacionales», aseguraba Davutoglu durante una entrevista la semana pasada en el diario turco Radikal. «Si Israel no quiere ver nuevos convoyes, debe reconocer la Administración palestina y terminar con el bloqueo».

Los llamados a la calma se suceden por parte de la comunidad internacional. La semana pasada, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, pidió a Israel que «actúe con responsabilidad» y evite ejercer la violencia, aunque también instó a que las naciones convenzan a las organizaciones propalestinas a no participar en la Flotilla de la Libertad II. La recomendación de Ban Ki-moon fue que las agrupaciones civiles hagan llegar su ayuda «a través de los cruces legítimos y los canales establecidos».

En Estambul, las palabras han caído en saco roto. La gente pedía a gritos que Israel rindiera cuentas durante la manifestación en Istiklar y el comunicado de la coalición chocaba frontalmente con las sugerencias del secretario general de Naciones Unidas: «Rechazamos los llamamientos a llevar suministros a Gaza a través de los canales establecidos bajo control israelí, dado que es como aceptar un régimen brutal e ilegal. ¿Habríamos hecho un llamamiento al pueblo tunecino y egipcio a que expresaran sus quejas a través de los canales establecidos por Mubarak y Ben Alí?».

Con información de El país

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