Entrar en pánico me salvó la vida en el temblor del 95: manzanillense

Manzanillo.- A 21 años de distancia, Francisca Zúñiga Quintero, sigue recordando aquel 9 de octubre de 1995 como si hubiera sucedido ayer, no es para menos pues perdió a seis personas cercanas, compañeros de oficina incluida una hermana.

Esas instalaciones, ubicadas en la desaparecida plaza Santiago, ya habían dado aviso del riesgo aunque nadie escuchó la sugerencia, fue simplemente una bomba de tiempo que con aquella sacudida generó un saldo mortal para el municipio de Manzanillo.

Con lágrimas en los ojos Francisca Zúñiga Quintero relata que llevaba ya poco más de cinco años trabajando en una dependencia oficial y en algún momento, a finales de 1994, les avisaron que sus instalaciones se ubicarían en el complejo denominado Plaza Santiago, en el acceso a la comunidad del mismo nombre.

En un principio vieron bien el cambio debido a que esta zona era prácticamente turística. No obstante el paso de los días les dio noción del riesgo que se avecinaba, la oficina se movía mucho incluso cuando circulaba cerca un camión pesado, así lo recuerda ella.

Algunos de sus compañeros, alrededor de las 08:00 horas, se disponían a desayunar y algunos de ellos fueron a comprar pan. Al regreso, casi a las 9 de la mañana, comenzó la pesadilla.

“Solo sentí que el piso se movió, primero poco, luego ya muy fuerte”, contó.

Asimismo dijo que en cuestión de segundos vio como la mayor parte de sus colegas atinaron a escapar, a salir de la oficina.

“A mí me venció el miedo, me quedé un rato sentada, como en shock, traté de caminar pero solo llegue a la puerta”.

Ese detalle le salvó la vida, y es que en aquellas instalaciones se murieron al menos seis personas adscritas a la Procuraduría de Justicia. Otro par más perdió la existencia en unas oficinas contiguas particulares.

Zúñiga Quintero narró que, trabajando en un segundo piso, ya no pudo salir de ahí y esperó la ayuda que llegó casi 20 minutos después.

“Cuando salí me comencé a dar cuenta de la magnitud del desastre, vi cuerpos, escuchaba gente quejándose, partes cercenadas”.

Entre ellas yacía el cuerpo de su hermana, Norma Lourdes Herrera Quintero, aún con vida pero agonizante, aunque la llevaron al hospital del IMSS horas después murió.

“Yo estoy consciente de que recibí una segunda oportunidad… quién lo fuera a decir, el hecho de asustarme, de entrar en pánico, me paralizó y eso me salvó la vida, los que corrieron o les cayeron encima las escaleras que llevaban a la primera plata, algunas marquesinas, fue algo espantoso, yo vi morir ahí a mi hermana. No hay día en que yo no recuerde aquella tragedia, me llevó meses recuperarme, gracias a terapia, tardé como dos semanas en salir de casa y hoy recuerdo tristemente aquello, nunca imaginé perder tanto en tan poco tiempo”.

Cabe destacar que el saldo del sismo de 1995 –de acuerdo a cifras oficiales- tan sólo en Manzanillo asciende a un centenar de fallecidos y desaparecidos, resultando las tragedias de la Plaza Santiago –donde hoy se ubican los terrenos del Tianguis homónimo- y del Hotel Costa Real las más letales en aquella fecha.

Además también se cuentan los daños irreversibles a la antigua Central Camionera, al edificio federal de la avenida Morelos, entre otros.

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