Detección de hemofilia deberá realizarse en primeros 2 años de vida

Colima.- La Secretaría de Salud y Bienestar Social informó de la necesidad de detectar el trastorno de la coagulación de la sangre o hemofilia en menores, antes de los dos años de edad.

Se eligió esta edad puesto que es cuando los niños empiezan a caminar y a sufrir sangrados por caídas o traumatismos leves. También se puede detectar cuando se sabe que la madre es portadora de un gen alterado o existe un antecedente familiar.

En el marco del Día Mundial de la Hemofilia, la Secretaría de Salud indicó que, dentro del control de niño sano, se realiza un interrogatorio a los padres de familia sobre su árbol genealógico, pues si existen antecedentes de hemofilia en la familia, aumenta la posibilidad de que los niños la tengan.

Si es así, se hacen estudios específicos del porcentaje del factor de coagulación que tienen en la sangre, el cual es normal de 50 a 150 por ciento; pero si la actividad del factor está abajo del 40 por ciento, es hemofilia leve o moderada.

Una vez que se detecta la enfermedad, la manera de evitar complicaciones es aplicar el medicamento con el factor faltante durante 46 semanas al año, antes de que haya más episodios del padecimiento.

La hemofilia, en la que las personas sangran en forma espontánea y más de lo habitual, está ligada al cromosoma X que portan las mujeres y que no tienen los factores 8 o 9, necesarios para prevenir sangrados o coagular la sangre.

Cuando falta el factor 8 se da la hemofilia tipo A (9 de cada 10 pacientes la tienen) y si se carece del 9 es de tipo B.

Salud informa que si la madre conoce que es portadora de un gen alterado y que su hijo es varón, hay el 50 por ciento de probabilidades de que tenga hemofilia. Y si es mujer, ésta puede ser portadora de una X alterada, lo cual se dará sucesivamente.

Aproximadamente 1 de cada 10 mil personas nace con el padecimiento, más del 90 por ciento de los casos se presenta en varones y son muy raros los casos en mujeres.

Esto se debe a que para ser mujer el padre aporta el cromosoma X y la madre abona otra X y, aunque éste último esté alterado, se compensa con la X del varón que secreta el factor 8 ó 9.

El tratamiento, que es el mismo que se aplica a niños y adultos, consiste en la restitución del factor 8 ó 9 con derivados de sangre que se obtienen por donación sanguínea. Esto, cuando no hay el medicamento específico con factores 8 y 9 ya formulados farmacéuticamente. BP