Acupuntura para dejar de fumar

Toni Serra, que tiene 33 años, sufría problemas digestivos desde hacía bastante tiempo sin que la medicina convencional hubiera podido resolvérselos. Se había sometido a distintas pruebas diagnósticas y la conclusión siempre era la misma: «Son nervios». Aconsejado por una amiga Toni llegó a la consulta de la experta en medicina china Wen-Hsiu Hu para intentar curarse con acupuntura.

El tabaco agravaba notablemente sus molestias estomacales y lo primero que le pidió Wen fue que dejara de fumar definitivamente. «Yo ya había decidido hacerlo porque en los últimos meses sentía que me estaba afectando cada vez más negativamente a nivel de salud. Siempre he practicado mucho deporte y no había notado que fumar me perjudicara, sin embargo en los últimos meses me ahogaba al correr y tenía mucha menos resistencia», cuenta Toni, que entonces fumaba un paquete y medio de tabaco al día y llevaba haciéndolo ininterrumpidamente desde que tenía 16 años.

Una acción global

Ahora hace ya más de tres meses que Toni no ha vuelto a encender un cigarrillo y, gracias a la acupuntura, asegura haberlo conseguido casi sin esfuerzo.

«Lo que más temía era la ansiedad que podía provocarme la ausencia de tabaco, pero con la acupuntura apenas he padecido síndrome de abstinencia. Puedes sentir en algún momento ganas de encender un cigarrillo, pero puedes controlarte bastante bien», nos explica Toni muy contento.

La acupuntura se empezó a utilizar para combatir el hábito de fumar en los años setenta cuando Wen Xianglai, un médico de Hong Kong, empezó a aplicar la medicina china con este fin obteniendo un alto índice de éxito. Esta medicina global permite combatir todos los síntomas que surgen cuando se priva al cuerpo de la nicotina principalmente la angustia, la irritabilidad y los desórdenes de alimentación. Como es habitual en la medicina china, se trabaja según las necesidades de cada uno.

«En el caso de Toni con las agujas conseguimos disminuir el nivel de ansiedad regulando la relación energética entre el bazo y el corazón. Según la medicina tradicional china, el bazo es el órgano que genera la energía para nutrir el corazón y el resto del cuerpo. El bazo de Toni no realizaba correctamente esta función y de ahí el origen de sus malas digestiones. Al mejorar el rendimiento del bazo y empezar a nutrirse bien el corazón bajó automáticamente la ansiedad y aumentó la calidad del sueño, lo que a su vez ayuda a disminuir el estado de nerviosismo. El consumo de tabaco deprime mucho los pulmones que, sin la acción de la nicotina y la estimulación de las agujas, mejoraron también su funcionamiento, lo que permitió vencer la sensación de cansancio que Toni sentía y el exceso de sudoración que padecía, un trastorno que según la medicina china está relacionado con la función del pulmón. Y es que todo es una rueda», asegura Wen.

La voluntad es decisiva

A pesar de la eficacia de la acupuntura para dejar de fumar y los pocos casos de recaídas que se registran, tanto Toni como Wen puntualizan que la decisión y voluntad de la persona para deshacerse de este mal hábito resultan determinantes.«Sobre todo cuando algún día aún te entran ganas de fumar cuando sales con amigos que lo hacen o simplemente después de una buena cena. Después de 17 años fumando yo estaba totalmente decidido a dejarlo porque no quería que afectara mi rendimiento en el deporte, y realmente con la acupuntura no me ha costado mucho. Me ha ido muy bien en todos los sentidos porque han desaparecido completamente las molestias de estómago después de tan sólo 4 sesiones», sigue Toni, quien asegura que las agujas no duelen nada e incluso ha llegado a dormirse con ellas puestas a lo largo de alguna sesión que dura unos 20 minutos. También su piel recuperó su luminosidad hace notar Wen.

Tranquilizar y reequilibrar

«Si la persona está decidida, se puede dejar de fumar con 4 a 8 sesiones de acupuntura y no importa el tiempo que se lleve fumando sino la voluntad. No he visto muchas recaídas, pero cuando acudes a la medicina natural en busca de una solución se suele ser más consciente del daño que hace el tabaco al cuerpo, lo que ayuda a no recaer».

Se ponen unas agujas en las orejas y también en el cuerpo. Pero la auriculoterapia (unas agujas en las orejas) va particularmente bien porque permite dejar siempre puestas unas agujas pequeñas que pueden estimularse con las manos cuando se siente ansiedad, sirviendo de apoyo psicológico al paciente. También resultan fundamentales los ánimos del terapeuta para que la persona no se sienta sola ante el reto.«Con la acupuntura se trabajan tanto puntos tranquilizadores como otros que conectan directamente con distintos órganos, lo que permite estimular y reequilibrar el organismo para que funcione sin la presencia de la nicotina, una sustancia a la que se había acostumbrado y adaptado. Algunos te llegan a decir: ‘Ahora cojo un cigarrillo y no disfruto’. Cuando tu organismo está sano y equilibrado rechaza la sustancia que le envenena», cuenta Wen, que se muestra en contra del hábito de fumar.«Para mí fumar es una debilidad emocional, un refugio, una falsa coraza y una excusa para esconderte detrás del humo de los problemas. Además, considero también que fumar es un acto irresponsable porque estás haciendo algo que sabes que te está matando poco a poco».

 

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