Come poco y liviano para rendir más en el trabajo

Una buena regla para la digestión es comer cuando estamos relajados, descansados y sin preocupaciones, sobretodo cuando contamos con el tiempo suficiente para descansar después de la comida.

Existen muchas empresas que dan a sus empleados sólo unos minutos para comer, un tiempo realmente corto, así que practicamente se levantan de la mesa para ir a trabajar de inmediato.

¿Por qué nos conviene comer poco y liviano cuando estamos trabajando?

1. Para digerir los alimentos el cuerpo necesita una cantidad grande de energía corporal. Es por ello que después de consumir comidas pesadas el cuerpo nos pide descanso o sueño, porque necesita concentrar todas sus energías en la digestión. Los bebés y animales que se rigen por sus instintos naturales nos dan el mejor ejemplo, ellos duermen después de comer para permitir al cuerpo que digiera bien.

2. Si trabajamos después de comer un almuerzo pesado, grasoso o demasiado abundante, estamos robándole energía a la digestión porque la estamos desviando hacia las actividades laborales. El resultado es mala digestión y agotamiento y una digestión deficiente repercute en una baja calidad de salud.

Para quienes tienen poco tiempo para comer en el trabajo, es recomendable que consuman una comida muy liviana y a la vez energética. Algunos ejemplos de este tipo de comidas son:

– Un abundante plato con frutas ácidas y neutras como naranjas, toronjas, fresas, uvas, etc., combinadas con yogurt y/o nueces.

– Un bocadillo o sandwich de verduras con una sopa deliciosa. Puedes variar el sandwich todos los días para no hacerlo aburrido.

– Una ensalada que tenga atún, sardinas, pollo, huevo o queso.

Estas comidas pueden acompañarse de una aromática o infusión digestiva o de un jugo o zumo de zanahoria.

Si acostumbras a comer pesado al mediodía, te aconsejo que hagas la prueba y después nos cuentes tu experiencia.

Por:Gloria Spencer

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