Por Fernando Moreno Peña

La visita del presidente AMLO a E.U. había generado preocupación y riesgo ante la eventualidad de que el presidente Trump mantuviera su patrón de conducta hacía México y que aprovechara la visita para reiterar la supremacía de Norteamérica sobre las naciones del continente y de que pusiera en una situación complicada al presidente AMLO y al gobierno mexicano. No fue así.

El gobierno mexicano, a través de la cancillería y los canales diplomáticos, planchó correctamente la agenda para evitar temas de confrontación, de agravios o reclamos. La tarea diplomática la hicieron muy bien ambos gobiernos al guardar los temas escabrosos y los diferendos, optando por el buen trato en exceso, el elogio mutuo, el afecto que la diplomacia requería y decir únicamente lo que convenía decir.

El presidente AMLO había anunciado por la mañana, antes de ir a la Casa Blanca, que no se iba salir de su discurso y de que no se apartaría del librito, al final el presidente Trump en broma expresó que se había portado bien porque se abstuvo de tocar el tema del muro.

La cancillería mexicana de seguro condicionó al gobierno norteamericano al buen trato y a las buenas formas ante el presidente AMLO y una vez que se obtuvieron las garantías necesarias se aceptó la invitación que hacía el presidente Trump y como a éste convenía la asistencia de AMLO, Trump aceptó portarse bien.

El propio presidente AMLO reconoció que había la expectativa del conflicto y así lo expresó en su segundo discurso “fallaron los pronósticos, no nos peleamos, somos amigos”. Y así fue, a México nos fue bien porque no hubo pleito, aunque no hayamos ganado nada, no pelear era la ganancia, el pleito sin duda hubiera sido pérdida.

Desde un principio el presidente AMLO había declarado que no iría a confrontar: “no voy a confrontar, vamos a buscar que se mantenga una buena relación con E.U., el tema principal de la visita es el tratado comercial”.

Sobre el T-MEC

En su discurso en el jardín de las rosas de la casa blanca el presidente AMLO en la primera parte reiteró el objetivo de su visita.

“Mi visita obedece en buena medida a la importancia que tiene la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá.

América del Norte es de las regiones económicas más importantes del planeta; no obstante, nuestra región es inexplicablemente deficitaria en términos comerciales: exportamos al resto del mundo 3 mil 579 billones de dólares, pero importamos 4 mil 190 billones de dólares, es decir, mantenemos un déficit de 611 mil millones de dólares, lo cual se traduce en fuga de divisas, menores oportunidades para las empresas y pérdida de fuentes de empleo, el tratado busca precisamente revertir este desequilibrio mediante una mayor integración de nuestras economías.

Aprovechar todas las ventajas que nos brinda la vecindad, así como la aplicación de una buena política de cooperación para el desarrollo. Este tratado permite atraer inversiones de otros lugares del hemisferio a nuestros países. Este acuerdo significa la integración. Los tres países aportamos capacidad productiva, mercados, tecnología, experiencia, mano de obra calificada y terminamos complementándonos”.

Esta primera parte del discurso, fue sin duda la mejor, porque precisa el carácter de la visita y la importancia del acuerdo comercial y justificaba plenamente que la presencia del presidente AMLO no era de carácter electoral.

Los buenos momentos de la historia.

La segunda parte del discurso cumplió bien con el protocolo de los buenos tratos en la historia de las relaciones y las coincidencias en hechos pasados en los que el apoyo mutuo y la colaboración nos acercan como naciones vecinas. Y citó varios ejemplos.

1.- “El mejor presidente que ha tenido México, Benito Juárez García, logró entenderse bien con el gran presidente republicano Abraham Lincoln, quien nunca reconoció al emperador Maximiliano impuesto por el poderoso ejército francés”.

Era obvio que en esa época el gobierno norteamericano no iba permitir que en México se estableciera una parte del imperio francés.

2.- Lo mismo sucedió con la espléndida relación que mantuvieron el presidente demócrata Franklin Delano Roosevelt y nuestro presidente patriota Lázaro Cárdenas del Río, en los días posteriores a la expropiación petrolera, en la que el presidente Cárdenas reconoció la actitud del gobierno norteamericano en el caso de la expropiación de las compañías petroleras, en la que se reconoció nuestra soberanía”.

La actitud de E.U no podía ser otra, los vientos de la segunda guerra mundial se advertían y una parte importante de las compañías expropiadas era europeas y la expropiación ofrecía a E.U. la posibilidad del petróleo mexicano.

3.- “En los años 40 del siglo pasado, durante la Segunda Guerra Mundial, México ayudó a satisfacer la necesidad de Estados Unidos de materias primas y lo respaldó con mano de obra de los trabajadores migrantes que fueron conocidos como braceros”.

4.- “En la historia de nuestras relaciones hemos tenido desencuentros y hay agravios que todavía no se olvidan, pero también hemos podido establecer acuerdos tácitos o explícitos de cooperación y de convivencia.

Ha conformado aquí una comunidad de cerca de 38 millones de personas, incluyendo a los hijos de padres mexicanos. Se trata de una comunidad de gente buena y trabajadora que vino a ganarse la vida de manera honrada y que mucho ha aportado al desarrollo de esta gran nación”.

Esta parte fue necesaria, porque de buena manera el presidente AMLO dijo al presidente Trump, que los mexicanos no eran delincuentes ni violadores.

Esta segunda parte del discurso cumplió bien y el presidente AMLO lo dijo bien.

La parte electoral.

La tercera parte del discurso tuvo excesos innecesarios, pero quizás así se pactó y era la parte que más le interesaba al presidente Trump escuchar del presidente AMLO, para eso fue invitado para promocionar electoralmente a Trump ante el electorado de origen mexicano que allá vive y vota.

1.- “Durante mi mandato como presidente de México, en vez de agravios hacia mi persona y, lo que estimo más importante, hacia mi país, hemos recibido de usted comprensión y respeto”.

Durante su campaña electoral en 2016 el candidato Trump llamó delincuentes y violadores a los mexicanos y advirtió que construiría un muro para impedir la entrada de los terroristas del otro lado de la frontera.

2.- “La historia nos enseña que es posible entendernos sin prepotencias o extremismos”.

En 2019 el presidente Trump amenazó al gobierno mexicano con imponer de manera unilateral aranceles a todos los productos mexicanos, si no deteníamos los flujos migratorios de las naciones del sur.

3.- “Ahora que decidí venir a ese encuentro con usted, presidente Trump, en mi país se desató un buen debate sobre la conveniencia de este viaje. Yo decidí venir porque, ya lo expresé, es muy importante la puesta en marcha del tratado, pero también quise estar aquí para agradecerle al pueblo de Estados Unidos, a su gobierno y a usted, presidente Trump, por ser cada vez más respetuosos con nuestros paisanos mexicanos”.

En mayo y junio de este año cerca de 40 mil indocumentados mexicanos fueron expulsados de E.U. y el año pasado fueron separadas ciento de familias mexicanas y mantuvieron en jaulas a mujeres y niños.

4.- “Pero lo que más aprecio es que usted nunca ha buscado imponernos nada que viole o vulnere nuestra soberanía.

Usted no ha pretendido tratarnos como colonia, sino que, por el contrario, ha honrado nuestra condición de nación independiente. Por eso estoy aquí, para expresar al pueblo de Estados Unidos que su presidente se ha comportado hacia nosotros con gentileza y respeto, nos ha tratado como lo que somos: un país y un pueblo digno, libre, democrático y soberano”.

O sea, si el presidente republicano Abraham Lincoln, no trato bien, este presidente republicano Donald Trump nos ha tratado con gentileza y respeto. Lo que quiere decir desde el punto de vista electoral que los presidentes republicanos nos tratan bien, esa era la joya que quería oír el presidente Trump a cambio de portarse bien.

El candidato demócrata Joe Biden dos horas después entendió el mensaje y recordó en Twitter: “Trump lanzó su campaña en 2006 llamando violadores a los mexicanos, ha esparcido el racismo a la comunidad latina desde entonces”.

El equipo de Trump respondió a Joe Biden: “Mientras has gastado décadas haciendo promesas vacuas a los hispanos, el presidente López Obrador dijo hoy que el presidente Trump ha tratado a los mexicanos con compresión y respeto”.

O sea, ya nos definimos en la elección norteamericana.