Yalitza Aparicio, la actriz mexicana de origen mixteco y embajadora de Buena Voluntad de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) valora la importancia de la libertad de expresión y lamenta que para mucha gente tome mucho tiempo saber que ésta existe.
“Yo no tengo más de cinco años de haber descubierto que mi voz tenía un poder, como la de todos los demás, y que yo tenía la oportunidad de hablar y comunicar lo que estaba sucediendo en muchos lugares y lo que me estaba sucediendo a mí”, relató.
Yalitza explicó que los medios de comunicación tienen un papel fundamental en ese tipo de descubrimiento porque abren los horizontes de las personas, además de que pueden amplificar esas voces, sobre todo cuando les hablan en su idioma.
“En el caso de las comunidades indígenas existen las radios comunitarias que nos llevan información en nuestras lenguas originarias, nos permiten ver lo que está pasando más allá de lo que ven nuestros ojos”, dijo Yalitza Aparicio en un evento en la sede de la ONU en Nueva York con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa, que desde hace 30 años se celebra cada 3 de mayo.
Pero esos medios van más allá y significan muchas oportunidades.
La oportunidad de soñar
“Las radios comunitarias llevan a diferentes puntos informaciones que nos permiten tener la oportunidad de soñar, tener la oportunidad de luchar por lo que queremos y por lo que muchas veces desconocemos que podemos hacer”, apuntó, recordando que fue gracias a estos medios que ella supo que en México existía la legítima defensa, una garantía que muchas mujeres desconocen y que llega a llevarlas a la cárcel injustamente.
“Siempre me he cuestionado ¿y si se nos permitiera que existieran más radios comunitarias para que estos mensajes llegaran a muchos puntos en muchos idiomas y más personas, dondequiera que estén, pudieran saber que existen leyes que nos protegen, que existen derechos que desconocemos?”
En su opinión, eso cambiaría enormemente el panorama porque habría más oportunidades y diversidad, además de respeto.
“Tendríamos un respeto que exigimos del resto de la sociedad pero que muchas veces ni nosotros practicamos hacia nuestra persona. Sería un cambio muy grande que la libertad de expresión se exigiera en muchas lenguas”, afirmó.
La lengua es nuestra herramienta
La embajadora de la UNESCO destacó el papel esencial de las lenguas indígenas y de los medios de comunicación en esos idiomas. Para ella, la lengua es muy poderosa.
“Nuestra voz es nuestro poder, es una gran arma que tenemos. Y cada una de las lenguas que existen en las comunidades indígenas es eso, es nuestra herramienta, es nuestra arma para poder movernos por todo del mundo”.
Y en estos movimientos, no se trata de que las comunidades indígenas aprendan del resto de la sociedad, subraya enfática.
“¡No! Es un intercambio en el que el resto de la sociedad, que no habla estas lenguas, aprende de esas comunidades y nosotros aprendemos cómo sobrellevar muchas cosas. Es justo eso: un intercambio entre los hablantes y los no hablantes. Es esencial mantener estos espacios en los que podamos compartir toda esta información”.
Genocidios inadvertidos
En sus reflexiones, Yalitza advirtió sobre el mal uso y los sesgos de la información, subrayando la facilidad con que se puede propagar la desinformación en las redes sociales.
“En muchas ocasiones, en las comunidades indígenas hay atentados, genocidios, que sólo se conocen en ese punto, y cuando sales de ahí todo está funcionando bien, no ha pasado nada y te sorprende cómo esa noticia no llegó a otro punto cuando es un problema muy grande. Hablar de genocidios en comunidades indígenas es un tema muy delicado, y que muchas veces no se sepa fuera ni alrededor de ellas, es triste”.
Por lo mismo, la actriz piensa que los medios en lenguas indígenas deberían tener enlaces externos para dar a conocer lo que sucede en las comunidades que las hablan. El vínculo no debe limitarse a traer la información de fuera, debe funcionar en ambos sentidos.
Racismo, discriminación y desaparición de las lenguas indígenas
Luego de participar en el evento del Día Mundial de la Libertad de Prensa, Yalitza Aparicio habló con el equipo de redes sociales de la ONU sobre el alarmante ritmo de desaparición de las lenguas indígenas, que la UNESCO estima en una cada dos semanas, atribuyéndolo al racismo y la discriminación.
“Creemos que olvidando o negando estas lenguas podemos progresar cuando realmente el ya hablarlas es un gran progreso. Los prejuicios que tenemos han sido una barrera muy grande. Nos han llevado a negar quiénes somos. Estas ideas erróneas nos hacen creer que ser de una comunidad indígena, hablar una lengua indígena, tener las facciones indígenas, quiere decir tener menos cualidades. En muchos casos te tratan como ignorante, cuando muchas, muchas personas provenientes de comunidades indígenas tenemos estudios, contamos con la capacidad, podemos hablar, la diferencia es que no se nos ha dado la oportunidad”, enfatizó.
Para evitar que las lenguas indígenas sigan extinguiéndose, sus hablantes deben reivindicarlas y fomentar su uso entre las nuevas generaciones.
“Lo que podemos hacer es transmitir el orgullo que implica el hablar otra lengua, porque es tener una capacidad, como hablar cualquier otro idioma, es poder comunicarse en más idiomas”.
Del mismo modo, hay que trabajar para que el resto de la sociedad entienda el valor que tienen esas lenguas. Lo fundamental, dice Yalitza, es no quedarse callados, hablar sobre la importancia de las comunidades indígenas.
Se abren puertas
Y los pueblos indígenas lo están haciendo, van avanzando pese a ser criticados y juzgados, que se hable de ellos es una muestra de ello, añade, y refuerza este argumento indicando que, si bien hace falta más diversidad, actualmente hay ya muchos cantantes que expresan su arte en diferentes lenguas, y lo mismo sucede en otros ámbitos culturales.
“Años atrás, cuando se comenzó a hablar sobre tener la oportunidad de hablar una lengua [indígena] en una película era extraño, pero hoy en día, cuando ya lo ves en pantalla, cuando las ves en poemas, cuando las escuchas, es diferente. Nace el deseo de las nuevas generaciones de aprenderlas. No solamente de hablarlas, sino también escribirlas, porque se dan cuenta de que también es una puerta más a lo laboral. A diferencia de años atrás, cuanto te decían ‘no hables una lengua porque entonces te va a costar hablar -en mi caso, por ejemplo, el español-, y no te van a querer contratar’. Ahora se han abierto más puertas”.