La Esclerosis Múltiple es una enfermedad neurológica crónica, que se genera en el sistema nervioso central y que afecta al cerebro y la médula espinal.

Se origina cuando se lesiona la mielina, un material graso que protege y rodea las células nerviosas, lo que afecta la forma en que los nervios conducen los impulsos eléctricos desde y hacia el cerebro, causando cicatrices en el sistema nervioso debido a la inflamación que provoca.

Esta enfermedad afecta particularmente la sustancia blanca del cerebro y la médula espinal, que produce mielina, que funciona como cinta aislante en un cable eléctrico; sin ésta la conducción nerviosa no se lleva a cabo de forma adecuada.

La conducción nerviosa permite hacer acciones cotidianas como hablar, movernos y mantener el equilibrio, entre muchas otras. Cuando hay interrupciones por esclerosis múltiple el paciente siente piernas y brazos frágiles, sensación de hormigueo, inestabilidad, visión borrosa, problemas de memoria y fatiga, entre otros síntomas.

De acuerdo con datos del año 2020 publicados en el Atlas de Esclerosis Múltiple de la Federación Internacional de Esclerosis Múltiple, a nivel mundial había 2.8 millones de personas diagnosticadas con esta enfermedad, es decir, una de cada 3 mil personas tenía este padecimiento.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) informa que la edad promedio en del diagnóstico de esta enfermedad es entre los 30 y los 33 años. Sin embargo, en algunos países hay diagnósticos tempranos y se detectan casos desde los 20 años, mientras que en otros países la mayoría de los casos se diagnostican hasta los 50 años.

Los países con mayor número de personas afectadas con Esclerosis Múltiple son: Argentina, China, Egipto, Alemania, Irak, Israel, Serbia, Sri Lanka, Tailandia y Estados Unidos.

En México, aproximadamente 20 mil personas padecen esclerosis múltiple, afectando más a las mujeres, duplicando los casos que se da en hombres, según datos de la Secretaría de Salud. Esta enfermedad se ha vuelto la segunda causa de discapacidad entre los jóvenes, después de los accidentes de tráfico. La esclerosis múltiple es una enfermedad que aún no tiene cura.

Cada 30 de mayo, desde el 2009, se conmemora el Día Mundial de la Esclerosis Múltiple, fue establecido por la Federación Internacional de la Esclerosis Múltiple.

Este día busca concientizar a la población sobre la gravedad de esta enfermedad, informar sobre sus causas, consecuencias y síntomas, así como realizar campañas de apoyo para las personas diagnosticadas.

Síntomas

La Esclerosis Múltiple también se conoce como la “Enfermedad de las mil caras”, debido a que cada paciente puede experimentar diferentes síntomas, lo que complica el diagnóstico de la enfermedad.

Los síntomas más comunes que puede generar esta enfermedad son:

Debilidad muscular
Alteración de la vista
Sensación de hormigueo, picazón, pinchazos o entumecimiento en las extremidades del cuerpo
Problemas de memoria y pensamiento
Problemas de coordinación y equilibrio
Fatiga

Factores de riesgo

Hasta el momento, se desconocen las causas de esta enfermedad, sin embargo, existen algunos factores de riesgo como:

Edad: Puede presentarse a cualquier edad; no obstante, su aparición suele ocurrir alrededor de los 20 y 40 años.
Género: Las mujeres tienen de dos a tres veces más probabilidades que los hombres de presentar Esclerosis Múltiple recurrente-remitente.
Antecedentes familiares: El riesgo aumenta si algún familiar directo como madre, padre o hermanos padecen esta enfermedad.
Virus: La exposición a algunos virus como herpes o retrovirus.
Raza: A diferencia de las personas de descendencia asiática, africana o indígena, las personas de raza blanca corren mayor riesgo.
Clima: Algunos estudios mencionan que la poca exposición solar genera niveles bajos de vitamina D, por lo tanto, mayores probabilidades de desarrollar Esclerosis Múltiple. Los expertos continúan trabajando para entender la relación entre la vitamina D y la enfermedad.

La Esclerosis Múltiple no es una enfermedad mortal, sus síntomas pueden ser controlados, logrando que el proceso de afectación al cuerpo sea más lento.

Tratamiento

El tratamiento es integral, multidisciplinario y personalizado y puede incluir, además del uso de fármacos, terapia psicológica y de rehabilitación.

Aunque no tiene cura, la esclerosis múltiple es tratable. Tiene periodos donde se exacerba, ocurren síntomas y luego espontáneamente la gente mejora. Algunos medicamentos se usan para estos brotes y otros para reducir el riesgo de recaídas. Los fármacos disminuyen la reacción contra la mielina, controlando la respuesta inmunológica contra esa sustancia.

Diagnóstico

Para diagnosticar la esclerosis múltiple, el médico realizará estudios para confirmar el diagnóstico y descartar otras enfermedades, entre ellos la resonancia magnética y un análisis del líquido céfalo raquídeo.

El Instituto de Salud para el Bienestar hace un llamado a la población a acudir de manera regular a revisión médica para detectar de manera oportuna esta y otras enfermedades.

También invita a la población a conmemorar el Día Mundial de la Esclerosis Múltiple compartiendo información sobre esta enfermedad como muestra de apoyo a las personas diagnosticadas, así como para sensibilizar y crear conciencia.