TAREA PÚBLICA

BETO ROLON, POR LA SORPRESA

por: Carlos OROZCO GALEANA

Hace días tuve la oportunidad de conocer a una persona joven, a un hombre que me pareció  humilde, sencillo y que de pasada tiene una trayectoria importante como servidor público, como ganadero y hombre de trabajo; de entrada, me pareció un poco tímido, pero al exponer sus opiniones del porqué anda jugando el rol de candidato a alcalde de Villa de Alvarez por el partido Fuerza por México, supe que tenía un conocimiento amplio sobre los problemas de esa demarcación.

Seguro que a Beto Rolón, como se le conoce, le está yendo bien en su campaña; todo mundo recuerda a su padre, Alfonso, quien dejó profunda huella ahí pues ocupó dos veces la presidencia municipal y  se distinguió por su sencillez, su buen trato   y su capacidad de escucha y respuesta a los problemas de los ciudadanos. Su hijo Beto no solo quiere emularlo, sino superarlo.

Beto Rolón es contador de profesión con estudios de postgrado. Plantea un gobierno de diálogo y de transparencia en su actuar, con funcionarios honestos   y profesionales en el Cabildo. Se compromete a recuperar del abandono el centro histórico y a buscar la manera de generar espacios para estacionamiento para incentivar el comercio y que los visitantes estén más tiempo en el municipio conociendo sus  atractivos.  La Villa debe dejar de ser reconocida como ”ciudad – dormitorio.”

Dijo que se ocuparía en hacer de la Villa un lugar más limpio, arbolado y fresco mediante campañas de forestación y reforestación para mejor el medio ambiente y edificar obras de infraestructura, principalmente en lo que toca a la separación de residuos sólidos. Por cada voto a mi favor, plantaré un árbol, dijo.

Consideró que hay actualmente 174 colonias en la Villa y  70 sin regularizar y que ello impide la prestación de servicios en forma regular.  En cuanto a seguridad, detalló que solo hay 9 patrullas  y 180 policías, lo que es mínimo para proteger a la población. En materia de salud, promoverá la construcción de dos centros, uno en el norte y otro en la parte sur, y creará un Instituto denominado de la Discapacidad visual.

En seguridad pública, pondría énfasis en acciones preventivas mediante activación física y programas de desarrollo comunitario y crearía una policía de proximidad. Daría más adiestramiento, capacitación y equipamiento a las unidades de seguridad, y mejoraría salarios y prestaciones  a policías.

Mejoraría vialidades, renovaría red de alumbrado, ampliaría parque vehicular y adquiriría  maquinaria para la trituración de ramaje y se le convertiría en composta. Daría prioridad a la protección civil.

Promovería el turismo local, nacional  e internacional, se edificaría un centro de convenciones y respaldaría a las pymes, e impulsaría las inversiones. Y para que no haya chanchullos en la asignación de obra pública, ofrece licitaciones abiertas en vivo y virtualmente.

Beto Rolón estructuró   una agenda  que tendería a tocar aspectos sensibles de la vida municipal; se dio cuenta que Villa de Alvarez merece un gran impulso en varios órdenes, tanto en el aspecto de seguridad, salud y educación, turismo y medio ambiente como en infraestructura y sobre todo en lo que podría situar al municipio en una vía de modernización.

La Villa tiene que dejar de ser un pueblito y aspirar a lo grande. Requiere un cuerpo edilicio con un alcalde capaz al frente para aplicar un programa de obras y de atención a la gente que verdaderamente apoye la transformación para construir   un municipio más progresista, con mejor educación, con espacios recreativos para las familias,  con un entorno seguro.

Beto Rolón dice tener la medicina. Tiene la formación académica que le permite tener una visión correcta de hacia dónde ha de dirigirse el municipio y la experiencia de un recorrido en organismos públicos que le ha servido para visualizar mecanismos personales de actuación y hallar las formas en que un Ayuntamiento debe abrirse paso mediante la gestión proactiva de sus funcionarios.

Pase lo que pase en la elección, Beto Rolón se ha apuntado para servir a la Villa donde el pueblo lo determine. Y no hay duda, según mi apreciación particular, de que tiene los conocimientos y  la voluntad firme de servir a los villalvarenses como lo merecen.     Al pueblo le toca escoger.