TAREA PÚBLICA

LOCHO, SIN FILTRO (SGR: Sin ética, la política es juego de artificios)

Por: Carlos OROZCO GALEANA

Leoncio Morán Sánchez ha sido y es un político sin filtro, congruente y decidido, firme en sus convicciones, aunque admite que a veces se equivoca.

A lo largo de 16 años ha luchado por un cambio político verdadero y no ha estado lejos de alcanzar sus propósitos. Fue una verdadera lástima que sus propios correligionarios le hayan cerrado el camino en una ocasión, cuando le atravesaron a Martha Sosa en su camino y todo mundo apostaba que él inauguraría la alternancia.

Ahora va por la cuarta oportunidad porque cree que las cosas son distintas; percibe una sociedad más madura que discierne sobre lo más conveniente para su presente y para su destino. Confiesa que no le importa si está en primero, segundo, tercero o cuarto lugar en las preferencias de las encuestas y prefiere centrarse en un trabajo político que consiste fundamentalmente en dialogar con actores políticos y grupos regionales, no con partidos. Cree sin embargo en estos como vía legal de acceso al poder, pero en este momento analiza la construcción de una alianza con los ciudadanos y con militantes de partidos que no están satisfechos con sus dirigencias y quieren un cambio en Colima.

El jueves pasado se reunió con un grupo de analistas en el que participo. Se “abrió de capa”, como se dice cuando alguien muestra todas las cartas y juega limpio. Mostró preocupación por la falta de recursos federales y por el margen escaso presupuestal que le impide resolver más problemas. Su reto en materia de servicios públicos es mejorar el año siguiente las vialidades hasta donde alcancen 30 millones de pesos que se destinarán para este fin (se necesitan 120 millones en total para esta tarea ) y confía en que el mejoramiento de alumbrado sea una realidad al cien por ciento.

LMS, sin duda, ha evolucionado como político y servidor público. Si antes se le ubicaba como beligerante, de mecha corta,   hoy es capaz de dialogar hasta con el diablo si eso le ayuda a lograr un cambio sin enfrentamientos, puesto que su proyecto es “pacifista”, sin que eso signifique hacer pactos “con quienes no se deben hacer”. Afirmó que tiene respeto por cualquiera persona porque la construcción de un Colima moderno requiere la participación de todos. Yo agregaría que, en efecto, el cambio no se logra con políticos que se creen iluminados, sin ética, ladrones, sino con los que se preocupan por armonizar a las sociedades y se descentran de sí mismos para darse a los demás.

Precisamente, la operación del modelo de justicia cívica y la policía de proximidad en el municipio obedece al propósito de mejorar las condiciones de civilidad en Colima, esto junto con el despliegue de una política humanista del Dif municipal, que tiene la misión de cuidar de la existencia de muchas personas que sufren abandono o discriminación. La agenda ambiental es también una bandera del ayuntamiento.

Confió a todos LMS que se ha aumentado el número de patrullas para mejorar la seguridad y dotado de buenos uniformes a la policía y de incremento en salarios y prestaciones, y pidió colaboración de los ciudadanos ante cualquier sospecha sobre algún daño que pueda hacerse a las personas en barrios y colonias avisando a la policía, de la cual ofreció su teléfono.

Se reconoce partidario del respeto en política, no se puede construir nada bueno, generar confianza, a partir de “atacar todos los días a los oponentes”. Aparte de mostrar respeto, para gobernar en democracia, dijo, se requiere firmeza, decisiones correctas, equilibrio emocional, “no solo ser gobernante sino parecerlo”.

A mí me quedo la impresión de que en LMS hay un servidor público que tiene confianza en su proyecto de trabajo, el cual tratará de cumplir para presentarse ante los ciudadanos como una opción firme de cara a la gobernación del 2021.

Seguro que no aflojará en su propósito, se le ve resuelto, decidido y confiado en que está será la buena para él y para Colima. El tiempo dirá.

Si, el tiempo dirá si los colimenses perciben que en él tendrán a un gobernante capaz de abanderar un cambio, de hacer un gobierno sin mafias o grupos de interés, sin millonarios que solo han visto para su santo. A un gobernante sensible, trabajador, humano, y sobre todo honesto a carta cabal.

El alcalde tiene, por cierto, un expediente de trabajo limpio, de cero corrupción y me parece que en el mundo político de hoy, eso cuenta, y cuenta mucho. Hasta sus adversarios le reconocen este punto a su favor, que puede ser decisivo en el 2021. . .

SGR: Sergio García Ramírez, jurista mexicano.