Acerca de foros, congresos o reuniones educativas

Praxis Educativa

Por Marcos Daniel Barajas Yescas

En diversos eventos gubernamentales, se emplea un discurso donde se aluden términos como política, política pública y política educativa. En ocasiones se percibe el uso de este con conocimiento de origen y las dimensiones que estos conceptos conllevan; en otras, no concuerda la realidad con los hechos de quien hace uso de la voz.

Es importante analizar estas definiciones, ver la interrelación y sus diferencias. A continuación, describo un boceto de nociones, con base a la experiencia personal en las áreas de política, educación y laboral.

  • Política: es un instrumento que permite llegar a consensos en favor de un colectivo. Integrar diversos pensamientos, resultado del uso previo de la dialéctica.
  • Política pública: son líneas de acción provenientes del grupo en el poder y que impactan en los rubros de salud, educación, seguridad, etc.
  • Política educativa: es la directriz en el ámbito educativo, fundamentada por teorías pedagógicas, económicas, salud, jurisprudencia, etc; que incidirán en aspectos estratégicos de actividades que dan soporte a sistemas educativos, planes de estudio, organización escolar y desde luego, impactando al aula (proceso enseñanza-aprendizaje).

Como agentes educativos, debemos estar conscientes del entramado que da soporte a estas palabras, que el diseño adecuado de la política educativa, la ejecución y la evaluación de la misma determinarán los alcances del desarrollo de una calidad de vida de los ciudadanos.

Para contextualizar, se encuentran las siguientes políticas educativas en diversos sexenios:

“Con Ernesto Zedillo al frente de la SEP, se aprobó en 1992 el ANMEB. En este se mencionaba al tema educativo como campo decisivo para el porvenir de la sociedad, argumentando que se otorgaría a la educación la mayor prioridad del gasto público” (Nieto, 2014)

 

“Con el Presidente Vicente Fox se impulsó el Programa de Escuelas de Calidad (PEC) cuyo objetivo expresaba: promover la trasformación de la organización y funcionamiento cotidiano de las escuelas básicas para asegurar que el personal docente y directivo de cada escuela asuma colectivamente la responsabilidad por los resultados educativos, establezca relaciones de colaboración entre sí y con el entorno social de la escuela, y se comprometa con el mejoramiento continuo de la calidad y la equidad de la educación” (Nieto, 2014)

 

“Con el Presidente Lázaro Cárdenas, se impulsó profesionalizar docentes, cambios y mejoras en el plano laboral en cualquiera de los niveles educativos. Cursos de capacitación, bibliotecas y talleres. Se crean escuelas normales. Éste se desarrolló en contexto internacional del fascismo y la terminación de la segunda guerra mundial; como antecedente se manejan la educación positivista y la idea de Marxismo-leninismo a la parte de diversas reformas sociales; se tomó parte del proyecto nacionalista y se creó el proyecto Institucional Politécnico Nacional. El sistema del Instituto Tecnológico y las recientes Universidades Tecnológicas” (Nieto, 2014)

Para lograr consolidar una política educativa hasta obtener el estatus de disposición legal en México, está sujeto a los factores políticos, en ocasiones legitimándoles con foros, congresos o reuniones; soslayando la opinión de quienes dan vida a todo el contenido programático en aula: los docentes.

Es pertinente leer las palabras de Vicente Lombardo Toledano que nos advertía desde 1968:

“La reforma educativa no puede limitarse a las opiniones de los pedagogos ni tampoco a las proposiciones de los que se burlan de la pedagogía. Más bien sería deseable que se creara un gran organismo, bien integrado con representantes calificados de los que se preocupan, dentro y fuera del gobierno, por la formación de las nuevas generaciones, para entrar al fondo de este requerimiento que surge de todas partes hace tiempo. Oír a todos, comenzando por los maestros de enseñanza” (Lombardo. 1968)

En otro análisis y experiencia:

“Las reformas educativas no se realizan con base a evaluaciones de los resultados obtenidos con la aplicación de la reforma actual, sino que, más bien, aquellas han sido sustituidas por supuestas consultas y aportaciones de maestros, especialistas y autoridades educativas de las entidades federativas. Estas supuestas consultas nunca han sido representativas, porque nunca se consulta a quienes conocen las necesidades reales, los problemas y las carencias en la educación, que son los jefes de sector, los supervisores, los auxiliares técnico-pedagógicos, los directores y los profesores. Tampoco se consulta a los profesores y estudiantes de las escuelas normales, a los padres de familia de los niños que asisten a la educación básica y a la sociedad civil” (Chacón. 2009)

El nuevo gobierno debe ser promotor de ejercicios democráticos, aplicando métodos para edificar una verdadera política educativa. Está la coyuntura política para ejercer el derecho a expresarse libremente, y desde mi perspectiva, ser escuchando, con el propósito de aterrizar las ideas al contexto de cada estado, pertinente en un México multicultural.

Referencias:

  • Chacón, A. Et al. (2009) “La Alianza por la Calidad de la Educación: más de lo mismo” Educere, vol. 13, núm. 46, julio – septiembre, pp. 645-654. Universidad de los Andes
  • Espinoza, O. (2009) “Reflexiones sobre los conceptos de «política», políticas públicas y política educacional” Education Policy Analysis Archives/Archivos Analíticos de Políticas Educativas, vol. 17, enero – diciembre, pp. 1-13. Arizona, Estados Unidos.
  • Nieto, A. (2014) “Las Políticas Educativas en la Educación Básica en México” Ssociólogos, Blog de Sociología y Actualidad.
  • S/A (2014) “Política y Políticas Públicas en Educación Básica 2012-2018” Revista de Educación y Cultura. México